Capítulo #6 "Ideas erróneas"

92 50 14
                                    

Alana.

Veo como un pajarito azul que vuela hacia su nido en un árbol frondoso y decido ir a sentarme bajo la sombra de sus hojas.

Estoy en la escuela, ahora es la hora del almuerzo y como no tengo hambre decidí venir a este lugar a disfrutar de la brisa del viento.

Donde estoy sentada puedo observar varios grupos de amigos conversando, otros están solos leyendo o con el teléfono y después estoy que los miro como si fuera una entrometida.

Observo la hierva y me percato que hay algunas margaritas a mi alrededor cojo una y empiezo a arrancar pétalo por pétalo mientras pregunto ¿aprobare el examen de matemática? ¿No aprobare el examen de matemática?.

Y adivinen en qué quedó, que no voy a aprobar, es patético que hasta este tonto juego llega a esa conclusión.

-Señorita Alana.-Me llama la directora asustándome por su repentina aparición.

-Buenos días directora, ¿en qué la puedo ayudar?, no la oí llegar.-Le respondo un poco sorprendida porque este aquí.

-Te buscan en la entrada y como estaba cerca vine a avisarte yo misma.

-Gracias, con permiso.-Me despido un poco extrañada por todo esto y empiezo a dirigirme hacia la entrada del Instituto.

Que formalismo, la verdad no me gusta, pero este colegio tiene gran prestigio y tengo que estar a la altura y más delante de la directora.

¿Quién me podrá buscar?

Camino por el pasillo que parece infinito, después de diez minutos llego a mi objetivo.

-¿Aaron?, ¿qué haces aquí?.-Pregunto asombrada por su presencia.
-Em.-Murmura dubitativo pero no termina de hablar.
-¿Aaron?, ¿te quedaste mudo?.-Le pregunto un poco exasperada por su actitud, ¿por qué está aquí?.
-Solo quería saber si estabas bien.-Suelta de pronto y creo que mi cara de asombro es muy notoria.

Ahora sí no entiendo nada.

-¿Y por qué no estaría bien?, no entiendo.-Digo tratando de analizar lo que dijo.

Él respira profundo como si pensara en si seguir hablando o no.

Y yo cada segundo que pasa me confundo más.

Es decir, lo conozco hace 2 o 3 días ni llevo la cuenta, para que ahora venga a mi escuela a preguntarme si estoy bien.

-Se que esto va a sonar raro, pero...

Toma otro suspiro y a mi ya me está desesperando.

-Mejor me voy.-Termina diciendo.

Pero eso yo no lo voy a permitir.

-Detente.-Lo sujeto por el brazo.

El se me queda mirando sin saber que hacer y decido seguir hablando.

-Ya se que pasa, tu mamá seguro te envió aquí, ¿no?, porque si no tu no vinieras hasta aquí solo para preguntar como estoy.

-¡Si!.-Exclama.-Eso mismo es.-Sigue hablando.

-Pues te puedes ir tranquilo estoy bien.

Eres boba -me dice mi mente.

Cállate -le contestó.

¿No ves esto muy raro? -Pregunta.

Es verdad que todo esto es raro, pero prefiero pensar que la mamá lo mando aquí, a hacerme ideas erróneas.

Eso es una idea errónea, me recuerda mi mente.

-¡Cállate ya!.-Exclamo poniendo los ojos en blanco.
-¿Eh?.-Pregunta Aaron confundido.
-¿Qué?.-Pregunto.
-Me mandarte a callar y yo no he hablado.
-Ah, nada olvídalo.

Estoy loca, no me cabe duda.

Nunca me viste, pero siempre estuve ahí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora