Alana.
Veo como un pajarito azul que vuela hacia su nido en un árbol frondoso y decido ir a sentarme bajo la sombra de sus hojas.
Estoy en la escuela, ahora es la hora del almuerzo y como no tengo hambre decidí venir a este lugar a disfrutar de la brisa del viento.
Donde estoy sentada puedo observar varios grupos de amigos conversando, otros están solos leyendo o con el teléfono y después estoy que los miro como si fuera una entrometida.
Observo la hierva y me percato que hay algunas margaritas a mi alrededor cojo una y empiezo a arrancar pétalo por pétalo mientras pregunto ¿aprobare el examen de matemática? ¿No aprobare el examen de matemática?.
Y adivinen en qué quedó, que no voy a aprobar, es patético que hasta este tonto juego llega a esa conclusión.
-Señorita Alana.-Me llama la directora asustándome por su repentina aparición.
-Buenos días directora, ¿en qué la puedo ayudar?, no la oí llegar.-Le respondo un poco sorprendida porque este aquí.
-Te buscan en la entrada y como estaba cerca vine a avisarte yo misma.
-Gracias, con permiso.-Me despido un poco extrañada por todo esto y empiezo a dirigirme hacia la entrada del Instituto.
Que formalismo, la verdad no me gusta, pero este colegio tiene gran prestigio y tengo que estar a la altura y más delante de la directora.
¿Quién me podrá buscar?
Camino por el pasillo que parece infinito, después de diez minutos llego a mi objetivo.
-¿Aaron?, ¿qué haces aquí?.-Pregunto asombrada por su presencia.
-Em.-Murmura dubitativo pero no termina de hablar.
-¿Aaron?, ¿te quedaste mudo?.-Le pregunto un poco exasperada por su actitud, ¿por qué está aquí?.
-Solo quería saber si estabas bien.-Suelta de pronto y creo que mi cara de asombro es muy notoria.Ahora sí no entiendo nada.
-¿Y por qué no estaría bien?, no entiendo.-Digo tratando de analizar lo que dijo.
Él respira profundo como si pensara en si seguir hablando o no.
Y yo cada segundo que pasa me confundo más.
Es decir, lo conozco hace 2 o 3 días ni llevo la cuenta, para que ahora venga a mi escuela a preguntarme si estoy bien.
-Se que esto va a sonar raro, pero...
Toma otro suspiro y a mi ya me está desesperando.
-Mejor me voy.-Termina diciendo.
Pero eso yo no lo voy a permitir.
-Detente.-Lo sujeto por el brazo.
El se me queda mirando sin saber que hacer y decido seguir hablando.
-Ya se que pasa, tu mamá seguro te envió aquí, ¿no?, porque si no tu no vinieras hasta aquí solo para preguntar como estoy.
-¡Si!.-Exclama.-Eso mismo es.-Sigue hablando.
-Pues te puedes ir tranquilo estoy bien.
Eres boba -me dice mi mente.
Cállate -le contestó.
¿No ves esto muy raro? -Pregunta.
Es verdad que todo esto es raro, pero prefiero pensar que la mamá lo mando aquí, a hacerme ideas erróneas.
Eso es una idea errónea, me recuerda mi mente.
-¡Cállate ya!.-Exclamo poniendo los ojos en blanco.
-¿Eh?.-Pregunta Aaron confundido.
-¿Qué?.-Pregunto.
-Me mandarte a callar y yo no he hablado.
-Ah, nada olvídalo.Estoy loca, no me cabe duda.
ESTÁS LEYENDO
Nunca me viste, pero siempre estuve ahí
Misterio / SuspensoHola, mi nombre es Alana William y esto más bien es la historia de mi vida. ¿Cómo la puedo describir?. ¿Cliché quizás?, con una pizca de amor, no perdón, con mucho amor, por algo es cliché. En fin, solo quiero que si algún día este libro llega a ti...