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El día había comenzado como cualquier otro, ya eran aproximadamente las seis de la mañana, la base militar ya estaba llena de soldados responsables que cumplían con su trabajo, Seokjin no había dormido absolutamente nada y Jungkook estaba en otro plano astral desparramado en el sillón de la oficina.

Había dormido a las cuatro de la mañana, se sentía muy agotado y en verdad no tenía ganas de abrir los ojos ni de saber nada sobre soldados buscándolos y esas estupideces.

–Jungkook-ah...– Le habló Seokjin.

Emitió un suspiro para tratar de tener un poco más de paciencia, paciencia que nunca tenía con nadie más que con los Jeon y Taehyung, entonces tomó un plumón de pizarrón y se lo aventó al menor.

Gracias a su perfecta puntería, el plumón aterrizó justo en la frente de Jeon haciéndolo saltar del susto y caer al suelo.

–Agh... ¿Qué mierda?– Dijo en el suelo sobando su frente.

Seokjin levantó las cejas y Jungkook lo entendió como una advertencia a que cuidara su vocabulario con él.

Jungkook sabía que aunque Seokjin fuera como otro hermano, debía tratarlo siempre con respeto, pues era su jefe.

–Dijiste que irías a ver a Jungok– Le recordó Seokjin.

–Puedo ir más tarde– Dijo Jungkook tomando asiento en el sillón.

–No, en la tarde tendremos una reunión importante y debes estar– Dijo Kim.

Jungkook se quejó como niño pequeño, odiaba demasiado trabajar tan temprano.
Jamás se imaginó que las misiones especiales fueran así de aburridas.

–¿Te molesta?– Preguntó Seokjin.

Jungkook lo miró entonces, su mayor se veía molesto.

Ay no.

–N-No... es decir...–

–Este tipo de misiones te pueden ayudar demasiado, más que solamente matando... ¿No estás agradecido?– Se levantó de su escritorio.

Comenzó a caminar hacia donde Jungkook y el menor se acomodó bien en su lugar.

–¡Lo estoy! S-Solo que...–

Y no alcanzó a terminar porque tuvo que esquivar las tijeras que Seokjin le aventó.

Regla número uno: jamás quejarte de las órdenes o trabajos que el jefe te de.

–Lárgate a ver a Jungok y le dices que él debe venir– Le dijo tan cerca de su rostro.

–Y-Yo puedo seguir con la misión– Dijo Jungkook cabizbajo.

Seokjin lo tomó del cuello sin hacer presión, y lo obligó a mirarlo directo a los ojos.

–Lárgate a ver a Jungok y le dices que él debe venir– Repitió.

–Sí señor– Respondió Jungkook.

Seokjin le sonrió y entonces lo soltó para finalmente irse de nuevo a su lugar y continuar con su labor.

Por otro lado, Jungkook solo trataba de contener su enojo.

–Tráeme un café– Le dijo Seokjin entonces.

–Sí señor– Se limitó a responder.

♠️

Cuando Jungkook salió de la oficina de Seokjin, sentía que su ira estaba a punto de explotar, así que, antes de ir en busca del mentado café de su jefe, decidió primero ir al baño.

"Los Jeon" -민에 (KookGi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora