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–Agh... Estoy demasiado exhausto...– Se quejaba el soldado Chan mientras estiraba su cuerpo en aquella silla.

Jungkook rió porque era como la décima vez que aquel chico se quejaba, la verdad era que todos esos soldados comenzaban a caerle demasiado bien, eran buenas personas, pero eso sí, si llegaban a apuntarle con un arma, Jungkook no dudaría en jalar el gatillo primero.

–No eres el único...– Le dijo riendo mientras le extendía una carpeta llena de documentos sobre aquel líder sin rostro.

Era gracioso porque todos aquellos papeles eran elaborados por el mismísimo Kim Seokjin, y no decían más que puras mentiras y contradicciones, pero ellos nunca lo sabrían.

Pronto apareció Jimin, tomando asiento a un lado de él mientras le dejaba una taza de café, la cual Jungkook anhelaba demasiado desde que despertó.

–Parece que tú tuviste una noche muy larga, Jeon...– Habló ahora el soldado Han mientras reía.

–¿Por qué lo dices?–

–Pues esa marca en tu cuello deja mucho de que hablar– Respondió riendo aún más.

Mierda.

Jungkook no había notado que tenía una marca, sus compañeros la notaron también y comenzaron a reír sobre ello, cosa que para nada le dio risa a Jeon.

¿Qué clase de gata era el coronel Min como para haberle dejado una puta marca?.

–Parece que no te habías dado cuenta– Señaló Jimin entre risas.

–No, no lo había notado– Trató de lucir tranquilo para no explotar ahí mismo.

Con ayuda de la cámara de su teléfono pudo ver aquella marca de la que hablaban sus compañeros, y efectivamente ahí estaba, de lado derecho de su cuello, no era tan grande pero sí muy notoria, era roja con toques morados, sí, estaba jodido.

Se había dejado llevar demasiado por el increíble placer que estaba sintiendo que ni siquiera se dio cuenta de cuando Min atacó de tal manera su cuello.

–¿El coronel está en su oficina?– Preguntó Jungkook poniéndose de pie.

Por supuesto que no podría dejar pasar aquello, era realmente demasiado humillante.

–No lo sé, no lo he visto– Respondió Chan.

–Está ocupado, ¿para que lo quieres?– Apareció Hoseok de repente.

Los soldados se pusieron de pie de inmediato para saludar a su teniente, pero Jungkook solamente lo miró con disgusto, ese hombre no le agradaba en lo absoluto.

–Necesito hablar con él– Respondió aún así.

–¿De qué?– Se colocó frente a él.

–Nada que te incumba– Respondió, no dejándose intimidar.

–Qué insolente ante tu superior– Se cruzó de brazos el mayor.

Los soldados veían la escena expectantes, todos sabían que después de lo sucedido el día anterior, su teniente apenas y podía ver en pintura al asistente Jeon.

–Tú no eres mi superior, yo solo obedezco al detective Kim y al General Kim– Rió.

Sin más, ignoró al mayor que parecía querer golpearlo ahí mismo, se dirigió hacia la oficina de Min, dispuesto a abrirla para hablar con él, sin embargo, Hoseok lo detuvo tomándolo del brazo.

"Los Jeon" -민에 (KookGi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora