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Hubo un momento en el que el tiempo pareció haberse congelado, un momento en el que su mente se desconectó de lo que era su realidad, un momento en el que se arrepintió de haber accedido a esa misión, un momento en el que su corazón casi se detuvo.

Con Taehyung en brazos, y sus piernas ardiendo de dolor, Jungkook corría lo más rápido que podía hasta el camión donde todos lo esperaban, Hyunjin y Minho detrás de él iban disparando a los soldados que los seguían, no podían alcanzarlos, Taecyeon iba por delante, quitando de su camino cualquier cosa que pudiera hacerlo caer, y el resto más adelante, verificando que ningún soldado los estuviera esperando.

Su respiración estaba muy agitada, no sabía si se debía a la adrenalina, al esfuerzo de correr mientras cargaba al menor, o al miedo por perder al mismo.
No se imaginaba sus días sin la presencia de ese chico de sonrisa cuadrada que siempre le pedía que le cocinara carne.

Al llegar al camión, todos se pusieron de pie y le dieron espacio para que dejara a Taehyung en un lugar cómodo.
Una vez cerrado el camión con todos ya adentro, Jungkook se permitió quitarse la máscara, notó entonces lo preocupados que todos estaban, la manera en la que todos se movían para socorrer al menor, temiendo por la vida de este.

–¡VAMONOS YA!...– Escuchó la voz de Seokjin.

Lo buscó entre la multitud y, por un instante no supo qué sentir cuando lo vio apartado de todos, sosteniendo su cabeza agachada entre sus manos, moviendo su pierna con ansiedad, frotándose el rostro con fastidio, despeinando sus cabellos que siempre estaban perfectamente acomodados.

Seokjin nunca se mostraba así.

Se acercó a él a paso lento, sintiendo los latidos de su corazón cada vez más fuertes, un nudo en la garganta que lo asfixiaba, y sus lágrimas en sus ojos amenazando con salir.
Cuando Seokjin alzó la mirada, trató de lucir tranquilo, se miraron por un corto tiempo, el mayor de pronto le extendió la mano a Jeon, este la tomó y entonces se lanzó a abrazar a Kim.

Fue entonces cuando sus lágrimas salieron y se permitió llorar, entre los brazos de su líder que lo consolaban acariciando su espalda, sintiendo demasiado coraje por no ser capaz de cuidar a todos su equipo, y en especial a Taehyung.

–¿Quién fue?– Escuchó en su oreja.

La voz de Seokjin tenía ese toque de ira, ese toque de rencor, de deseos de venganza.

Jungkook se separó de él, y entonces se dio cuenta de que efectivamente, Kim estaba furioso.

–¿Quién fue?– Volvió a preguntar.

–El coronel– Respondió.

La mandíbula del mayor se tensó luego de esa respuesta, el odio que le tenía a ese hombre crecía cada vez más, parecía que no era suficiente con haberle quitado a lo más valioso de su vida, más bien, debería quitarle la vida.

Entonces recordó la misión y miró a Jungkook nuevamente, el menor trataba de calmarse, no podía apartar su vista de todo lo que le hacían a Taehyung.

El cómo Changbin luchaba por quitarle las balas, mientras que otro le ayudaba, otro más alumbraba, otro le ponía suero, y es que si tan solo ese maldito mocoso le hubiese hecho caso cuando le dijo que debía ponerse el chaleco antibalas.

–¿Mataste al teniente?– Preguntó de repente Kim.

Jungkook se tensó ante la pregunta.

♠️

El caos que había dentro del transporte de los militares lo estaba casi volviendo loco, los médicos iban de un lado al otro, luchando por mantener con vida al teniente Jung, sin embargo, por la cabeza de Yoongi iba pasando en bucle la escena recién vivida.

"Los Jeon" -민에 (KookGi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora