Always You

8. La charla

Louis se encontraba en su oficina analizando el presupuesto que, gracias a su novio, consiguió unos días atrás. Los padres del ojiazul tenían una debilidad por Connor, era como otro hijo para ellos y amaban la relación que tenía con el castaño, quien a veces llegaba a pensar que querían a su pareja más que a él, aunque en el fondo sabía que no era así.

Que el rubio los haya invitado a cenar, se hayan puesto al día, ya que había pasado un tiempo desde la última vez que habían hecho una comida familiar y luego de un par de copas de vino el ojiazul haya apoyado a Louis con que el presupuesto era totalmente necesario, el mayor decidió darle la razón a su hijo, acción por la que el castaño rodó sus ojos mentalmente, mientras sonreía; era un poco molesto que su padre escuche más a su novio que a él, pero por lo menos consiguió lo que quería y no pensaba quejarse al respecto.

A Louis se le iluminaron los ojos al notar que el presupuesto era incluso más alto de lo que pensaba, podrían moverse libremente al hacer la publicidad sin necesidad de limitarse demasiado. Comenzó a realizar cuentas, ya que, si bien el presupuesto era elevado, no pensaba despilfarrar dinero, lo gastaría inteligentemente en buenos guionistas, editores y cualquier persona necesaria para que saliera todo perfecto.

—¿Señor Tomlinson? —interrumpió Jason, el secretario de Louis, entrando cuidadosamente en la oficina del mayor.

—Si, pasa ¿Qué sucede? —respondió sin apartar su vista de los papeles.

—Voy a salir por un café en mi descanso ¿Quiere que le traiga algo?

El castaño alzó su vista para encontrarse con un tímido ojimiel que jugueteaba con sus manos. Jason era su secretario desde hace algunos meses, era joven, Louis no recordaba su edad pero sabía que no tenía más de veintidós años, era bastante callado y por alguna razón siempre parecía nervioso frente al ojiazul. El mayor debía reconocer que era un lindo chico, un poco más alto que él, delgado y con sus facciones bien marcadas, tenía la piel bronceada y sus rizos le recordaban un poco a Harry, aunque los del ojiverde eran más lindos.

—Siempre tan amable, Jason —respondió junto a una risa simpática—. Pero sabes que no es necesario, puedo buscar café en la cocina.

El pelimarrón sonrió un poco incómodo —Tiene razón —rió nervioso—. Si no necesita nada más, me retiro.

—Estoy bien, gracias. Disfruta de tu descanso.

...

Harry no estaba seguro de estar haciendo lo correcto, pero allí estaba, en el bar del novio de su amigo intentando evadir el hecho de que había llamado a Niall para decirle de una vez por todas la verdad, cuando la realidad era que la única razón por la que recurrió a él, fue la falta de la pelimarrón.

—H, hace quince minutos que estamos aquí sentados y sigues sin decirme la razón por la que llamaste. Te conozco ¿Qué sucede?

—Está todo bien, Ni. Solo tenía ganas de ver a mi amigo.

—Ajam, por eso textualmente dijiste alterado desde tu oficina "Hay algunas cosas que no te conté" y me citaste aquí. Vamos Harry.

El rizado se arrepentía profundamente de haber dicho eso, habló de más por culpa de la desesperación al no obtener respuesta de Hailee y ahora necesitaba inventar algo. No podía arriesgarse a decir la verdad, no ahora que todo estaba en riesgo —Lo sé —rió incómodo. Tenía que pensar en algo, y ahora—. Papá me ofreció ser CEO de la empresa —dijo rápidamente sin meditarlo.

—Wow ¿Lo lograste? —preguntó el rubio con una mezcla de confusión y felicidad.

—Si, no. En realidad tengo que "competir" por el puesto con otro muchacho, pero se podría decir que si.