Las siete de la mañana habían llegado, me despedí de Iván luego de estar toda la joda pegada a él. Con la crew volvimos en uber, estábamos todos re en una. Subí a mi habitación, puse a cargar mi teléfono, se me había apagado a eso de las tres de la mañana, al prenderlo me llegaron varias notificaciones. Una me llamó la atención.
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Lo seguí y entré a su instagram, le dí me gusta a su última publicación y dejé mi teléfono de lado. Me acosté para dormir, aunque sea, unas horitas.
— Despertala vos –Fruncí el ceño, ¿Quién mierda era y por qué susurraba cerca de mi cama?
— ¿Te pensas que soy salchipapa? –Ese es Val.
— Dale, Valen, a mi me da miedo –Y el cagón es Depa.
— A mi también, boludin.
— La última vez que la desperté me corrió por toda la casa con su ojota, me cagó a chancletazos la enferma.
— Te lo merecías, Depa, me tiraste agua, pelotudo –Dije, sus susurros me habían despertado por completo.
Me miraron asustados— Despertó.
— ¿Qué hora es?
— La una de la tarde.
— ¿Comieron? –Me estiré.
— No, te estábamos esperando para pedir.
— Más lindos –Le dí un beso en la mejilla a cada uno, ellos se miraron extrañados. Y si, era raro que me levante de buen humor. Pero estos días fueron distintos. Él los hacía distintos. Y no me gustaba eso. O bueno, tal vez sí.
Me fuí directo a mi baño, me higienicé y luego bajé las escaleras, con Depa y Valen pisandome los talones.
— ¡Reunión!
— Magalí está rara.
Fruncí el ceño— ¿Rara? –Los miré.
— Estás de buen humor, nena.
— ¿Qué? ¿Ahora no puedo estar de buen humor?
— ¿Pedimos pizza? ¿O prefieren unas empanadas? –Valentino entró al living con su teléfono.
— Uhhh yo digo unas empanadas –Me puse al lado de Valentino y vimos qué más había en la carta.
— ¿Nos pueden dar bola? –Dijeron Depa y Val, al mismo tiempo, indignados.
— No es un big deal, la wacha ta más que bien.
— Pero–
— Pero nada, Valentín –Dijo Wawa, seria.
Ellos dos quedaron en silencio. Yo reí.
— Los retó la Wawa, tontos –Les saqué la lengua.
Luego de pedir nos sentamos en el pasto del patio, al borde de la piscina. Porrito va porrito viene. Reíamos de los chistes boludos el negro. Sacabamos fotos sin sentido. Cantábamos temas que sonaban en la radio, estábamos en la nuestra.