La Fea Más Bella: Por amarte así.

Capítulo 7: ¡Nuestro pacto es de amor!

Los días pasaban tan deprisa, que podía apreciarse como los granos de arena en el reloj fluían con más constancia, las lluvias desde aquel momento no habían parado, era como si reflejarán su tristeza y soledad, al igual que las lágrimas que los embriagaba las veinticuatro horas; el dolor era tan penetrante que si seguían viviendo era por la esperanza de un futuro prometedor.

Él se sentía cada día más perdido, ella se había llevado aquella alegría que emanaba en su ser, su mirada reflejaba cansancio uno que parecía eterno, no tenía ninguna noticia de Leticia lo que le carcomía el alma entera. Todavía no se comunicaban con él. Las cámaras de seguridad fueron apagadas, las investigaciones seguían su curso, y lo único que tenía claro era que parecía que a su futura esposa, a sus bebés se los había tragado la tierra.

Fernando estaba tan desesperado que caminaba de un lado al otro en la habitación que muchas noches compartió con su Lety, esa que ahora se sentía tan vacía.
Sus lágrimas parecía no tenían fin, miraba su foto y la apretaba con fuerza, seguía con la misma conexión, lo sentía. Así que a través de la imagen pareciera que se comunicaban, pero ni así podía saber ¿Dónde estaba? El sonido incesante de su celular lo trajo de nuevo a la realidad, una dónde no se encontraba ella.

"Bueno." Al escuchar la voz del otro lado de la línea solo pudo apretar sus puños con fuerza. "Eres un maldito." Gritó. "Si le haces algo te juro que te mató." Lágrimas de rabia fluían cuando escuchaba los sollozos de la mujer que tanto amaba. "Te doy lo que quieras pero no le hagas nada." Suplicó. "Tus problemas son conmigo. Ella jamás te ha hecho nada." Respiro frustrado al saber que aquella persona que le hablaba del otro lado de la línea tenía razón, él estaba atado de manos. "Dime qué tengo que hacer." Se limpió las lágrimas. "Te juro que nadie se enterará."

Escuchó cómo se cortaba la llamada y solo pudo aventar el celular con furia. La vida de su familia estaba en peligro, el orgullo que tuvo en el pasado volvía con la arrogancia de los problemas, pero haría cualquier cosa para que su esposa e hijos estuvieran bien.

El problema era con él y tenía que asumirlo.

Miró el reloj tenía que irse sin que nadie se diera cuenta, debía salir todo bien, si no jamás se lo perdonaría.

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Ella poco comía, tenía que luchar sóla, por sus hijos, y para regresar con el hombre que más amaba, se sentía débil, con él se quedó su fortaleza, seguridad, y protección la que siempre le brindó Fernando.

Seguía enfrentándose contra esa persona como lo hizo desde el día uno que lo conoció, le insinuaba cosas, la intentaba lastimar, pero afortunadamente, y gracias a Dios salía ilesa, lo que más deseaba era que pronto terminará todo, le dolía el cuerpo, pero más el corazón; porque la angustia que sentía al temer por la vida de sus hijos era profundo, no cesaba, al contrario se intensificó, en un martirio que no sabía si sería capaz de continuar.

"Solo queda poco tiempo para que estemos todos completos." Rió con descaro. "Ahora sí la familia Mendiola pagará todo lo que me quito." La tomo fuerte de la quijada. "Y tú y tus hijos serán los primeros en asumir esas consecuencias." Aventó su rostro con fuerza. "Por fin Fernandito sabrá que nunca debió meterse conmigo. Porqué siempre fui mejor que él."

"Estás loco." Gritó al sentir un fuerte golpe en el rostro. "Escúchame Ariel Villarroel." Lo miró desafiante. "Hagas lo que hagas jamás serás mejor que Fernando Mendiola, nunca entiéndelo de una vez."

"Cállate." La tomó con fuerza de los hombros y la sacudió. "Yo soy mejor que Fernando siempre lo fuí. Pero él me quitó todo. Yo debía ser presidente de Conceptos, yo quería tener a alguien que me amara como tú lo quieres a él. Yo quería a mis padres conmigo como él los tenía." Empezó a caminar desesperado. "Por eso siempre hice de todo para que Humberto y Teresita lo regañaran, para que no lo quisieran, y nunca lo logré. Me quitó todo hasta el amor de mi hermana favorita. Marcia siempre confío más en él que en mí. Eso lo pagará caro. Fue lo que más me dolió que mi Marcia votará por él en aquella maldita junta. A Fernando, le costará con el peor de sus infiernos."