Te encontrabas llorando desconsoladamente en el baño abandonado, desgracidamente te ibas allí en tus momentos de baja (en emociones).
Pero de lo único que no sabías, era de que alguien estaba allí, con el miedo metido en su cuerpo por que creía que se trataba de algún ser paranormal.
Sin pensarlo dos veces entró y te encontró llorando, se acercó a ti rápidamente y te preguntó lo siguiente...
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𝐀𝐤𝐚𝐧𝐞 𝐀𝐨𝐢
—¿Estás bien...? Puede que no te conozca tanto, pero podría ayudarte si es que lo necesitas. Después de todo, eres mi amiga.
• Leves palmaditas en la cabeza.
• Te obliga a limpiar las lágrimas con agua del fregadero.
• Cuéntale todo lo que sientes, quizás pueda ayudarte. Después de todo debe saber como (ya que puede que esté preparado para cuando su queridísima Aoi llore, aunque lo dudo).
—Bueno... ya que se te pasó... ¿podrías ayudarme con Aoi-chan?—Hablaba con una sonrisa brillante.
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𝐓𝐬𝐮𝐤𝐚𝐬𝐚 𝐘𝐮𝐠𝐢
—¿De qué llora mi querida asistente?
• Te limpia las lágrimas con su ropa, o bueno, deja que te las limpies con eso.
—¿Esas son emociones humanas? ¡Vaya! ¡Que eso no te quite el ánimo!
• Tratas de decirle por que fue que tenías esos bajones, pero te interrumpia con un abrazo de koala.
—¿Será que también las emociones saben a limón...? Son un poco complicadas. ¿Me puedes enseñar?
• Lo más probable que no sepa como consolar a alguien, peor si está llorando o si tiene algún tipo de pérdida. Así que esta chiquito el niño, paciencia y explicarle con manzanitas.
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