"—Si un día quisiera ver tu linda cara, sería en un matadero o incluso un zoológico, ¿qué opinas?.
—No diré nada al respecto de eso..."
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—¿No estás cansada de esto? No lo sé, solo... ¡No te lo digo por que es raro! Es simplemente por que lo haces tan apasionadamente...—El chico de cabello azabache miró a la de baja estatura a los ojos, y ella solo se limitó a reír con levedad.
—¿Cansada?—Él contrario asintió. —Bien, te diré la verdad, ya que eres el número siete y también por que eres Amane. —Este volvió a asentir.
Siempre le parecía raro ver a la chica junto a su nueva marioneta.
No le veía nada de raro a ella.
Si no el quién era su marioneta.
¿¡Por qué tuvo que serlo ese exorcista que casi le quita la no-vida que le quedaba!?
No lo sabía, simplemente observaba de lejos como entre ellos dos trataban de manipularse para contar secretos del otro y encontrar una debilidad que nadie más que ellos sabía.
Terrible.
—Odio a la princesa del colegio.
—¿¡Qué!?
Definitivamente estaba algo demente.
¿Quién es la princesa del colegio?
—Por lo que veo crees que hablo de Aoi Akane. —La fémina rió con levedad y sonrió—Hablo del exorcista que casi te quita el puesto como Hanako. —Cambió de cara drásticamente a una sombría y sin emociones.
Desde que conoció a la de baja estatura, nunca vió esa faceta en ella. Ni aún muerto.
Pero, ¿tanto odia al exorcista?
—Lo hago por que odio los exorcistas.
—Te metes al mundo humano y molestas al hermano del joven...
—Pero de eso trata mi rumor—Nuevamente, sonrió, observándolo, aún con esa mirada sombría.
—Está bien... lo lamento... yo debo retirar- —De los nervios que sentía iba a salir por la puerta del balcón, iba, hasta que cierto exorcista la abrió, quedando Hanako cara a cara con él. Quedó estupefacto, con toda la rapidez del mundo se escondió detrás de la fémina rezando tres padre nuestro.
Mientras su contraria solo miraba al exorcista con repugnación y odio.
Cosa que casi acaba en pelea.
La fémina de inmediato sacó el arma que tanto la caracterizaba, y el contrario sacó su katana.
En ese momento justo antes de que se den el golpe de sus vidas, entraron dos personas familiares.
