8 | Compensada

1.1K 155 97
                                    

     • Lumine pov's •

III. Estrella de caramelo.

     — ¿Lumine? ¿A dónde vas? — preguntó mi tío Zhongli, deteniéndome justo antes de que saliera de la casa.

     — Eh... Digamos que voy a decidir si perdonar o golpear a un imbécil que debiste haber conocido ayer, ¿Vale? — tanteé, terminando de ponerme los zapatos bien y abriendo la puerta —. No creo que vuelva pronto, necesito ordenar mis ideas.

     — Oye-

     — Zhongli, déjala — pidió Hu Tao, con sus aires felices de siempre; había pasado la noche aquí —. No hará nada malo, solo está hablando así porque está enojada.

     — Acaba de decir que iba a golpear a alguien.

     — Dijo que "podría" golpear a alguien, no ha dicho que lo haría directamente — la castaña suspiró y luego me hizo una señal para que me fuera —. Así vas muy bonita. Nada saldrá mal.

     Suspiré con fuerza y tras mirar a Paimon por unos segundos, asentí.

     — Eso espero...

     Me había despertado a las nueve de la mañana y lo primero que ví en mi teléfono, después de pasarme diez minutos insultando en voz baja a Nota, fue el siguiente mensaje de un número desconocido.

   «Buenos días, princesita. ¿Dormiste bien? ¿Ya desayunaste? Si no lo has hecho, me gustaría que te reunieras conmigo en la misma estación donde nos despedimos siempre. Quisiera hablar contigo sobre lo que pasó ayer, y bueno... Creo que será mejor que nos veamos en persona para ello. Estoy seguro de que no me creerás nada de lo que diga a menos de que salga por mi propia boca y puedas verme mientras lo digo, así que, te espero (Si ya desayunaste, podemos juntarnos a las doce)

     El mensaje venía firmado con el nombre de "Ajax", y aunque al principio me costó recordarlo un poco, finalmente acabé entendiendo que había sido el propio hermano de Teucer quien me había mandado ese mensaje; el cual no respondí, por cierto.

     Al principio mi actitud fue de total rechazo ante esa invitación, pues aún me sentía algo dolida por lo que había pasado en la noche anterior. De algún modo, sentí que me habían dejado plantada, y el hecho de que haya soñado con el pelirrojo dándome la espalda todo el tiempo mientras caminábamos por una calle apenas iluminada no ayudaba en lo más mínimo. No obstante, tras desahogarme con Paimon y después de que ella me recordase que él estaba haciendo sus cosas con la Mafia Fatui, comencé a recapacitar sobre el tema y finalmente me bañé y me cambié de ropa para salir a escuchar las explicaciones del chico, un poco obligada por la presión de mi amiga.

     No me detuve a pensar demasiado en el conjunto que llevaba, pero por el comentario de Hu Tao, supongo que no elegí nada raro. Me había puesto un broche pequeño en el pelo de una flor blanca, un suéter de cuello de tortuga negro y una falda también negra con cuadros blancos, a juego con las medias blancas con rayas negras que me puse por mero capricho y en los pies llevaba unas botas, también negras. Sobre el sueter llevaba una chaqueta blanca para combatir el frío de aquella mañana. He de decir que me era extraño vestir así, pero de cierto modo, era lo más bonito que tenía para salir y, según Paimon, compensaba mi look de la noche anterior.

     — ¿De verdad piensas pegarle? — preguntó la albina, mientras subíamos al vagón del tren; iba prácticamente vacío —. Paimon piensa que Nota se merece ser perdonado.

     — Claro, claro, y más adelante volverá a cometer errores y tendré que seguir haciendo la vista gorda, ¿Cierto? — me senté y me crucé de brazos; ella se sentó a mi lado —. Ya se lo dije a mi tío Zhongli. En cuanto lo vea y escuche lo que tenga que decirme, decidiré si se merece que lo perdone o si se merece que le parta la cara.

Counting Stars [Lumine x Childe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora