41 | Una caricia al corazón, I

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     • Ayaka pov's •

XI. La estrella de dulce brillo.

     Ver y escuchar cantar a Yoimiya y al chico pelirrojo me resulta curioso y desconcertante, a partes iguales.

     Por un lado, me es imposible no pensar en que ellos se ven muy bien juntos y la mezcla de sus colores y sus gestos los vuelve una pareja ideal, como si hubieran sido creados el uno para el otro. Conozco bien a mi amiga y sé que es una chica alegre, enérgica y hasta algo impulsiva, y aunque no conozco tanto a Childe, puedo ver que es algo más relajado y sereno, pero que en el fondo es perfectamente capaz de seguirle el paso a "la señorita pirotecnia".

     Por otra parte, me desconcierta ver cómo Lumine está tan calmada aún y cuando Yoimiya se está acercando tanto y con tanta determinación a su novio; por la expresión que tenía en el rostro y la forma en la que se había acercado, yo estaba casi segura de que, tras el último verso de la canción, Yoimiya le terminaría dando un beso al chico.

     Volví a mirar de reojo a la rubia que tenía a mi lado y tras analizar su mirada, no logré obtener ni una pizca de inseguridad ni de celos hacia Yoimiya. Era todo lo contrario. Sus ojos parecían hechizados, maravillados con la escena, y aunque por un momento pensé que mi nueva amiga tenía un fetiche extraño, pronto entendí que ese estado era causado por Childe, su novio, quien ahora le sonreía mientras se sentaba al otro lado de la sala, junto a Thoma y mi otra amiga rubia.

     De cierto modo, la envidio.

     Por mi posición como heredera del clan Kamisato y mi título de "Princesa Garza", una buena parte de mi vida ha sido solitaria y eso ha terminado derivando en que tenga algunos problemas para socializar con los demás. Esos problemas poco a poco se volvieron ansiedad, y la ansiedad se volvió pánico cuando le confesé a Thoma lo que sentía por el; si me detengo a recordarlo por más de un minuto, el corazón se me empieza a acelerar meramente por los nervios que pasé en aquel entonces. Y finalmente, este suceso me marcó al punto en que ahora me siento insegura cada vez que formo un nuevo lazo y siento miedo por la posibilidad de que la persona en cuestión me termine abandonando.

     Si yo ahora mismo tuviera una relación con Thoma y Yoimiya se hubiera acercado a él como lo hizo con Childe, estoy segura de que mi inseguridad se presentaría en forma de celos y mi amistad con la rubia empezaría a deteriorarse con el pasar de los días.

     Y es justamente por eso que siento envida de Lumine: ella, a pesar de que otra chica le está coqueteando en la cara a su novio (porque eso es lo que Yoimiya estaba haciendo), no se inmutó en lo más mínimo y aplaudió cuando terminaron de cantar como si nada hubiera pasado. Esta indiferencia, a mi modo de ver las cosas, puede ser provocada porque, o bien ella confía plenamente en él, o bien porque le da exactamente igual lo que él haga.

     — Princesa, ¿Segura que no vas a pedir nada para tomar?

     Al no estar segura de quién había preguntado, levanté la mirada y me preparé para negarme, pero justo cuando abrí la boca, Lumine habló.

     — No, tranquilo, no tengo sed por ahora — respondió la rubia, tomando la tableta —. Aunque quizá después de cantar sí necesite beber algo, así que... Pide algo para mí también, porfavor.

     — Entendido — respondió Childe, tomando la tableta de los pedidos —. ¿Algo en específico?

     — Que sea sorpresa — sonrió.

     Bajé la mirada avergonzada y sintiéndome aliviada por mi torpeza, ya que esta vez me salvó de un momento incómodo.

     — ¿Estás bien? — preguntó la rubia, en un susurro.

Counting Stars [Lumine x Childe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora