BANDERITA QUEMADA. ━ enha au

25

sunoo miraba a ni-ki caminando atrás de jia y soeun como si fuera un guardaespaldas, de esos que aparecían a veces en sus novelas de la tarde. podía escuchar al alto reclamarle a sus amigas, o más bien a la rubia, que no tenía que estar ahí porque los pibes más grandes la miraban mucho. sunoo, conociendolo desde que se comía los mocos mezclados con el yogurcito, sabía mejor que nadie que estaba celoso, solo que riki no pensaba admitirlo.

la joda estaba bastante aburrida la verdad, no estaba hyeongjun para poder dar la vuelta por todo el lugar buscando algún chamuyo de la noche. y ni-ki estaba atrás de jia como para tomar juntos y reírse del menor cuando estuviera tan en pedo que no podría ni hablar bien.

era la hora donde pasaban cumbias, así que se puso a cantar a la par de los borrachines en medio de esa pista improvisada, riéndose de vez en cuando al ver como unos pares se caían del pedo que tenían.

— uh, ¿por qué estás tan solito? ¿te dejaron tirado tus amiguitos?

— ¿eh? —dándose la vuelta, sunoo vió al alto de pelo negro que reconoció como al de la mañana—. están por ahí, en un rato vuelven, no me dejaron tirado.

— bue, igual te hago compañía, no hace falta que pongas esa carita de perrito perdido —sunghoon se sentó al lado suyo, apoyando la espalda en la pared—. ¿y qué onda vos? ¿todo bien?

— estaba todo bien hasta que me vinieron a romper los huevos.

— ¿tan así, rubio?

— ¿qué onda? ¿qué querés?

sunoo lo miró, esperando a que le respondiera las preguntas. sunghoon, en cambio, corrió la mirada a la gente que andaba por ahí en la joda. de pedo conocía a dos o tres porque los conocía en instagram, el sociable en cuestión era jake y no estaba ahí para meterse en algún grupito y pedir bebidas.

— no me arrepiento de este amor, aunque me cueste el corazón —cantó sunghoon a la par de la cantante sonando fuerte en la casa, haciendo que sunoo se riera por lo desafinado que sonó.

— no sé qué estás haciendo acá la posta, puedo cortarte el pitulín por lo que nos hicieron con tus compañeritos

ahora sunghoon lo miró, sonriéndole, sunoo pudo ver los colmillos resaltando en la dentadura blanca que tenía.

— ¿el pitulín? ¿quién le dice así a la chota?

— prefiero eso antes que decir... así como le dijiste vos —sunghoon se le rió en la cara, mientras sunoo rodó los ojos y le dió un empujón en el hombro.

— ♡ —

— ¡siempre tú me decíaaaas, que me amabas, que era tu vidaaaa! ¡yo esperaba todo de ti! ¡porque de mí, todo tenías, tenías, mi amor! ¡¿cómo puedo yo amarte así?! ¡de mis recuerdos! —wonjin cantaba moviendo el brazo en el aire, en la otra mano agarraba fuerte el vaso lleno de fernet con coca—. ¡¿dónde está?! ¡tu amoooor, ese amor que me jurabas tú!

heeseung, quien iba a quejarse de que no le estaban vendiendo bebidas ni a él ni a sus compañeros, se apoyó en la barra, viendo al rubio cantar a todo pulmón con los ojitos cerrados. era un tanto tierno verlo con los cachetes rojos por haber estado tomando.

— ¡te fuiste de aquí, encontraste otra vida! ¡te fuiste de aquí, enterraste la mía! —abriendo los ojos, wonjin buscó con la mirada a su mejor amigo—. ¿jay? ¿dónde poronga te metiste? —ahora empezó a caminar, entre tambaleos, llegó a apoyarse en la barra. los ojitos mieles miraron a un heeseung que sonreía al verlo—. ah, hola, delegado lindo.

— ¿delegado lindo? —le preguntó, alzandole una ceja.

— siiii, yo te llamo así —moviendo la cabeza en efusivo asentimiento, wonjin tiró un poco su cuerpo hacia adelante, como si estuviera por contarle un secreto—. igual no le digas a jay porque se enoja, es de tauro pero tiene luna en aries, ¿viste? creo que nosotros nos llevamos bien porque tengo sol en aries, ¿ya te dije que jay tiene luna en aries?

heeseung lo miró apoyarse en la barra, estaba a punto de quedarse dormido ahí.

— eu, bonito, no te duermas ahí —le pidió, moviéndole un poco el hombro.

— pero tengo sueño —se quejó, agarrándole la mano para dejarla en su pelo, heeseung frunció el ceño sin entender—. haceme mimitos dale.

— ah, en sima de estar de la tanga te ponés mandón

heeseung miró hacia los lados, tratando de buscar a los amigos del chico que estaba durmiendo en una posición no muy cómoda en la barra. terminó por alejarse solo para darle la vuelta y terminar al lado del chico, le rodeó la cintura haciendo que se levante de la barra.

— vamos, bonito, te llevo a casa.

— ay, nooo, tengo que fijarme que no... que no le den alcohol a estos —wonjin se dió la vuelta con mucho esfuerzo, los dos se miraron un rato—. uy qué rico perfume tenés, eh

— ♡ —

jay miró la pantalla de su celular, donde resaltaba la foto de jungwon con su perrito, estaba esperando a que le atienda la llamada, solo esperaba que no estuviera durmiendo.

— ¿hola? ¿jay? ¿qué pasó, está todo bien?

— jungwon —llevandose el celular al oído, jay sonrió—. pensé que no me ibas a responder, ¿te desperté?

— no, estaba viendo una serie. ¿pasó algo?

— perdóname, fui re gil

— siempre sos un gil, jay

— bua, ¿ves cómo sos? —jungwon se rió del otro lado, pudo escuchar cómo se acomodaba en la cama—. no te enojes conmigo, pitufín.

— ahora sí me voy a enojar, ¿por qué la tenés que cagar diciéndome así? no soy enano, estoy bien con mi estatura

la voz de jungwon estando enojadito le parecía super tierna a jay, lo escuchaba quejarse y darle sus justificaciones a por qué no era enano, alzó la mirada al cielo, todavía faltaba un montón para que amanezca.

— ¿puedo ir a tu casa un ratito?

— ¿ahora?

— no, mañana, boludo

— no empieces a hacerte el sarcástico conmigo que te corto, pelotudo —ahora fue jay quien se rió, dios, le parecía tan tierno que quería comerle la carita a besos—. te dejo la puerta abierta, la de atrás, si maeumi te muerde mi culpa no es.

— ok, dejo a wonjin en su casa y voy —le avisó, dándose la vuelta para mirar al interior de la casa—. yo también te quiero gordito lindo

— umm.. apúrate que me duermo

— dale, decime ‘yo te quiero más’, acuariano de mierda

— te quiero mucho... maeumi

jay sonrió, a jungwon le costaba un montón decirle a los demás cosas lindas, maeumi parecía ser el único ser existente que era excepción. aunque, a veces, le decía a jay lo mucho que lo quería, pese a intentar ocultarlo utilizando otros nombres.