un mes después
— ♡ —
los compañeros de wonjin se encontraban todavía discutiendo con la directora sobre el reciente —y repentino— viaje que sexto de ambos turnos realizarían, habían unos otros del turno mañana también tratando de convencerla de suspender aquel viaje. él estaría igual de no ser por las personas que estaban paradas mucho más allá en el patio de la escuela, casi cerca de los baños. aquel hombre alto de unos cuarenta y tantos hablaba con una expresión de enojo en su cara. la mujer mantenía la cabeza gacha, ella parecía no tener ganas de interferir en lo que sea que su marido le estaba diciendo a su hijo.
wonjin no podía ver al delegado porque él le estaba dando la espalda, pero sí podía notar lo tensos que sus hombros se encontraban. en cuanto los dos adultos se fueron, empezó a caminar con lentitud hacia su delegado lindo, todos parecían estar ocupados discutiendo con la directora así que nadie se dió cuenta de que desapareció.
se tomó el atrevimiento de agarrar la mano del alto, teniendo que desarmar su puño con la otra, se alzó en puntitas de pies para apoyar su cara en su hombro y le dió un duradero besito en la mejilla. heeseung en principio se sorprendió por el repentino toque, pero al mover su cabeza a un costado y reconocer el rostro del bonito dejó que la calma volviera a su cuerpo, y permitió que wonjin entrelazara sus dedos.
— ¿todo bien? —susurró wonjin, con su brazo libre lo abrazó por detrás. tuvo que dejar de hacer puntitas porque le dolía un poco los pies, así que terminó con el cachete apoyado en la espalda de lee.
— todo bien —mintió heeseung, posando su mano libre sobre la contraria.
— no te creo —murmuró ham, puchereando un poco—. pero si no querés contarme está bien.
heeseung se separó un poco para poder darse la vuelta, le agarró la carita con sus dos manos y sonrió un poco, observando como esos ojitos mieles brillaban llenos de preocupación.
— bonito, no te preocupes por mí —dijo—. y no me pongas esa carita, porque te voy a comer a besos.
wonjin se rió de él, mordiéndose el labio inferior con fuerza.
— bueno, hacelo —era un ariano mandado, heeseung lo sabía, si estuvieran en otro lugar entonces lo habría hecho solo para cumplirle el caprichito.
— ¿cómo que se llevan mal? —la voz de la directora hizo que heeseung mirara más allá de la linda carita de su bonito—. yo veo a lee heeseung y ham wonjin muy bien amigados.
ay no.
wonjin se puso todo colorado de repente, tirándose a los brazos del más alto que lo envolvió en un protector abrazo, no quería verle la cara a ninguno de sus compañeros porque sabía que lo iban a descansar y la verdad no quería. mucho menos ver la cara de jay, su mejor amigo era muy sobreprotector.
— es porque son novios —mintió sunoo de forma rápida, tratando de justificar el comportamiento de esos dos—. ¡el resto nos odiamos!
sunghoon se rió, haciendo que la atención fuese a él.
— pero si ayer me dijiste que sí querías salir a una cita conmigo, seonie
— ¡sunghoon! —sunoo movió sus brazos en señal de berrinche, sacándole una sonrisa al chico de turno mañana.
— mi amor —le dijo, sin dejar de sonreírle.
— olvídate de la cita ahora —respondió sunoo, cruzandose de brazos.
— ¿ven? el viaje no se suspende, todos ustedes van a ir —sentenció la directora nayeon, sin dejar que sus alumnos volvieran a reclamarle.
jay rodó los ojos, metiéndose de nuevo al salón donde jungwon estaba sentado con los auriculares puestos, se sentó en la silla libre y recostó su espalda en el pecho del menor, alzando un poco su cabeza para verlo. le estiró los labios con clara petición de besito, a lo que jungwon se rió. al final, yang pausó la música, le agarró la cara con su mano y le dejó un beso de pico en la boca.
— mm, necesito otro beso más largo —murmuró, cerrando los ojos mientras sonreía.
— lo que necesitas vos, jongseong, es dejar de estresarte por cualquier boludez
— sí, pero tus besitos me calman el estrés —puchereando de forma exagerada, jay abrió los ojos para mirarle con una expresión de perrito mojado—. dale, wonchu
jungwon sonrió en grande, tan bonito como solo él podía, enseñándole ese adorable hoyuelo en su cachetito. se volvió a acercar, dándole un beso en la nariz, en los párpados, en los cachetes, también dejó uno en la mandíbula marcada del mayor sacándole una sonrisa y, al final, le besó los labios. otra vez siendo un beso corto, pero no tanto como el otro.
— estamos en la escuela, park, no voy a besarte de nuevo —le susurró en los labios antes de enderezarse en su propio asiento.
— uy, cierto, el pibito correcto
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BANDERITA QUEMADA. ━ enha au
Fanficsexto turno tarde y sexto turno mañana se odiaban, a tal punto que los directivos tuvieron que ajustar sus horarios para que no se cruzaran a la salida y entrada, pero todo se va al carajo cuando la bandera de turno mañana aparece quemada