seongmin siempre que salía trataba de evitar las bebidas alcohólicas, no porque no le gustaran, sino más bien porque cada que lo hacía sentía la necesidad desesperante de ir al baño cada dos por tres. así que ahí estaba, lavandose las manos después de haber hecho pichi.
la puerta del baño fue azotada con fuerza haciéndole saltar del susto, se dió la vuelta viendo una rápida sombra negra metiéndose a uno de los cubículos. lo siguiente que escuchó fueron arcadas y, lo que él supuso, vómito. pensó en seguir en la suya, más que nada porque pensó que se trataba de algún chico del turno tarde y no alguno de sus compañeros. pero llegó a distinguir un anillo que ni-ki solía usar todo el tiempo cuando ésta se posó sobre la puerta en un intento de impulsarse para levantarse.
— uy ni-ki estás para el culo —le dijo, riéndose un poco. ni-ki lo miró mientras se limpiaba la boca con un poco de papel higiénico.
— todavía puedo tomar un poco más
— ¿cómo que tomar más? no, nene, acabas de lanzar todo el asado ahí
seongmin se acercó a él, agarrándolo del brazo cuando intentó irse otra vez hacia el exterior donde la música resonaba todavía más fuerte.
— déjame seongmin, quiero ponerme bien en pedo a ver si así me olvido de jia un rato —se quejó, tratando de zafarse.
— ¿de jia? ¿por qué? ¿qué hizo?
ni-ki lo miró desde arriba, porque la diferencia de alturas entre los dos era muy estrecha, seongmin era incluso más bajito que sunoo. caminó entre tambaleos hacia la pared más cercana y se dejó caer ahí, se sentó en el piso mirando fijo las formas que tenía la cerámica. seongmin se sentó al lado suyo, esperando a que le contase lo que pasaba.
— me está ignorando desde el lunes, intenté hablar con ella para que me diga por qué lo está haciendo y no me dice nada —apoyando los antebrazos en sus rodillas, riki se escondió en ellos—. le acabo de dedicar la canción más cursi del mundo en frente de todos mis amigos y mis familiares, le pedí perdón por algo que no sé qué hice pero ni así me aceptó, me mandó directo a la mierda. no entiendo lo que estoy haciendo mal.
si era sincero, seongmin no tenía idea de qué decirle. o capaz era porque también estaba medio en pedo, no sabía bien.
— sunoo me gustaba también, traté de demostrárselo lo más que pude pero él ni enterado estaba. y fuí un cagón de mierda que no pudo confesarse en su momento —la voz de riki empezó a temblar, dando indicio de que iba a empezar a llorar.
— capaz no eran las personas indicadas —murmuró seongmin, apoyando la cabeza en la pared—. capaz solo tenés que esperar a que esa persona llegue, sin apurarte a encontrarla, no sé.
— a este punto me voy a hacer rockstar como duki, capaz sufro menos
seongmin soltó una risita, dándole un golpe en el hombro que en realidad no tenía tanta fuerza.
se quedaron los dos callados un largo rato, cada uno metido en sus pensamientos, hasta que riki se giró y se escondió en el pecho de seongmin, abrazándolo con fuerza. el mayor suspiró, dándole caricias en la espalda mientras sentía su camisa empezando a mojarse.
riki estaba llorando.
— ♡ —
wtf ya llegó al 50 noo mañana lo termino decíaaa
ESTÁS LEYENDO
BANDERITA QUEMADA. ━ enha au
Fanfictionsexto turno tarde y sexto turno mañana se odiaban, a tal punto que los directivos tuvieron que ajustar sus horarios para que no se cruzaran a la salida y entrada, pero todo se va al carajo cuando la bandera de turno mañana aparece quemada