Pasaron más o menos 3 horas, miré mi teléfono, eran las 3:12.-Creo que debería irme, es la hora de comer. -Dije interrumpiendo el párrafo que él leía.
-Ah, ¿Quieres quedarte a comer? -Dijo el marcando la página y cerrando el libro.
-No lo se, tendria que avisar a mi madre y ... -No me dejó acabar, pues ya estaba tendiendome su teléfono para que la llamase.
-Gracias, pero puedo llamarla con el mio. -Dije sonriendo ante su acto, esta era la primera sonrriasa de esta semana...La llamé y me dejó quedarme, decidimos hacer unas pizzas así que bajamos a la cocina a calentar el horno. A medida que, desde su cuarto, ibas descendiendo la escalera, el olor del hogar se volvía cada vez mas asqueroso, no hicimos mucho ruido pues su padre se podía enfadar, le miré, estaba dormido con una botella de ron en su mano derecha.
Casi habíamos empezado a comer cuando de repente se abrió la puerta de la cocina, sentí un escalofrío al pensar que podía ser su padre, del cual, ahora que me doy cuenta, no sabía ni como se llamaba.
Una vez se abrió entera la puerta, pude ver quien era, una niña pequeña, de unos 6 o 7 años, muy rubia, pelo corto y claros ojos azules, tenía un cierto parecido con Hugo, seguramente fuese su hermana pequeña.-Hola Hugo. -Dijo con una amplia sonrrisa.
-Hola Cardián.
-¿Quién es ella? -Preguntó señalándome.
-Se llama Zoe, tenemos que hacer un trabajo juntos bastante largo así que la verás mucho por aquí.
-Que guapa eres. -Dijo mirándome.
-Gracias, entonces, eres Cardián, ¿no?
-Si, ¿Te gusta mi hermano?
No pude evitar sonrrojarme ante su inesperado comentario, al parecer, Hugo lo vió y por suerte, respondió en mi lugar desviando el tema.
-¿Tienes hambre? Hemos hecho pizza.
-¡Bien!
-Toma. -Le dio un trozo y se sentó con nosotros a comer, estuvimos hablando de lo que había hecho en el colegio y le contamos un poco de que se trataba nuestro trabajo.
Era una niña muy feliz, muy activa, me recordaba a mí de pequeña, me avivaba.
Más tarde, ella se fue a hacer los ejercicios que la habían mandado y Hugo y yo seguimos con nuestro trabajo hasta que mi madre viniera a recogerme.