Empecé a dar vueltas por la cama, no podía dormir, miré mi móvil, eran las 4:18 de la mañana, intenté conciliar el sueño, pero nada.
Decidí ir a la cocina a por un vaso de leche así que, me puse las zapatillas y bajé. Cogí el vaso, lo llené y me tumbé en el sofá, encendí la tele, y como era de esperar, no había ningún programa interesante, la apagué y subí a mi habitación. En ese momento, pensé que estaría bien tener un perro, alguien que estuviese siempre ahí, y que bajo ningún concepto te dejase de querer. Me puse los cascos y escuchando a Mayday Parade, poco a poco me fui quedando dormida, introduciéndome lentamente en un mundo paralelo, donde podía ser libre y no tenía ningún tipo de problema.
Me desperté a las 7:10 de la mañana, bastante era que hubiese dormido mas o menos 3 horas desde que me desperté de madrugada, fui a desayunar, lavé mis dientes y me puse a leer, no tenía otra cosa mejor que hacer.
Transcurrieron las horas bastante rápido, comí con mi madre en un bar que había enfrente de nuestra casa y luego fuimos a prepararnos para cuando llegasen Hugo, Pablo y Cardián.
A las 5:20 ya estaban aquí, mi madre y Pablo se quedaron en el salón hablando de sus cosas, y Hugo, Cardián y yo, nos subimos a la buhardilla, saqué todos los juegos, muñecas y peluches que encontré en el armario para entretenernos, empezamos jugando los tres, pero luego Hugo se separó de nosotras por un momento, iba a bajar a la cocina a por algo de beber y unas patatas. Cuando volvió su cara tenía una expresión que no sabía muy bien describir, era como una especie de tristeza, sorpresa y rabia juntas.
-Zoe tengo que hablar contigo. -Dijo
¿Qué había pasado?
