-Zoe tengo que hablar contigo.
-¿Qué pasa?
-Ven. -Dijo dirigiéndose hacia una esquina de la habitación, al parecer no quería que Cardián se enterase. Le seguí.
-¿Estas bien? -Pregunté. Se tomó su tiempo para responder.
-Cuando he bajado... -Suspiró. -he visto a nuestros padres besándose.
No sabía como actuar ante esto, me quedé callada, mirándole, intentando asimilar lo que me acababa de decir, con los ojos como platos. Ahora entendía a que se debía la expresión de antes.
-¿Crees que eran algo más que mejores amigos? -Preguntó
-No lo se. -Me limité a responder.
Decidimos dejar el tema y volver con Cardián.
-¿Podemos jugar a otra cosa? Me aburro -Dijo la pequeña.
-Claro, ¿Qué quieres hacer? -Le pregunté, a lo que, como respuesta, se encogió de hombros.
-Podríamos ir al parque. -Ofreció Hugo.
-¡Sí! -Exclamó Cardián.
Nos pusimos los zapatos y bajamos las escaleras, nos despedimos de nuestros padres y salimos de casa.
A las 8:30 ya empezaba a refrescar, así que decidimos volver, cuando llegamos mi madre y Pablo no estaban, pero habían dejado una nota en la puerta de la cocina:
“Pablo y yo hemos ido a dar un paseo y seguramente cenaremos fuera, hay en la nevera unas hamburguesas que sobraron de la noche anterior. Besos mamá. ”
Arrugué la nota y la tiré a la basura.
-Bueno, pues hoy toca sobras.
-¿Donde están? -Preguntó Hugo.
-Se han ido a pasear y cenarán fuera.
Eran las 11:30 y todavía no habían vuelto, nosotros 3 nos encontrábamos en el sofá viendo los dibujos que Cardián nos había puesto, aunque ella, ya estaba dormida.
Estaba apunto de cerrar los ojos cuando el ruido de unas llaves me despertó, miré mi móvil, las 12:32, ¿a quién se le ocurre llegar a casa a estas horas teniendo que trabajar al día siguiente? Joder, es verdad, mañana es lunes, bueno, mejor dicho, hoy ya es lunes.
Pablo cogió en brazos a Cardián para que no se despertara y Hugo se ofreció a venir a recogerme mañana ya que él conducía una moto y yo iba andando al instituto, acepté, quedamos a las 8 en la puerta de mi casa y nos despedimos.
La verdad es que Pablo tenía mucho mejor aspecto hoy que cuando le vi ayer, le había sentado bien reencontrarse con mi madre.
