Capítulo 11 - Camino a la Gran Final - Parte 2

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El panorama del campo de batalla estaba completamente obstruido por la enorme nube de humo que generó la colisión de la técnica de Jaden con el cuerpo de su rival. La tensión y la intriga se apoderaron de las gradas; todos los espectadores estaban impacientes por saber qué había ocurrido. Luego de unos segundos de silencio, cuando la imagen comenzaba a esclarecerse, a los presentes se le heló la sangre tras visualizar algo que resultaba inaudito, terrorífico y escalofriante.

Tezuka Kami se encontraba de pie en la misma posición; aún estaba atado a los numerosos hilos de energía que su contrincante tensaba con una fuerza extraordinaria, pero su cuerpo no sufrió ningún tipo de quemadura por las llamas devastadoras que trataron de engullir su cuerpo. Sin embargo, lo que realmente llamó la atención del público fue la imponente aura defensiva de color negro azabache que emergía del cuerpo de Tezuka, tan oscura y sombría como una noche de penumbra, en la cual la débil luz de las estrellas no es suficiente para guiarte a través de las solitarias calles de la ciudad. Aquella aura transmitía poder, miedo y un ligero toque de elegancia.

—¿¡El aura de Tezuka es negra!? —gritaron Kai y Ken al mismo tiempo.

Cloud asintió con la cabeza, demostrando naturalidad.

—Eso no es nada normal, las auras tienden a tener colores vivos —expresó Ken.

—Tezuka no es precisamente alguien que pueda categorizarse como "normal" —contestó Rin, quien tampoco parecía estar sorprendida.

—No tiene sentido preocuparse por el color de su aura, lo que realmente es inquietante es que aún no ha podido liberarse de los hilos de Jaden; solo será cuestión de tiempo antes de que reciba otro ataque devastador —expresó Cloud con preocupación.

—Tienes razón, solo logró aminorar los daños pero sigue en la misma situación —añadió Kai.

—Sé que este no es el final de la batalla, confío en Tezuka —aseguró Rin.

Mientras tanto Issey se encontraba completamente impactado, llegando a parpadear en múltiples ocasiones para cerciorarse de que no se tratara de una ilusión óptica.

—Su aura es negra —murmuró.

—Tranquilo Issey, siempre lo supe —expresó el Rey con serenidad.

—Mi señor, usted está consciente que solo conocemos a otra persona que tiene un aura de ese mismo color —susurró Issey con preocupación.

—El hombre que se atrevió a burlar a nuestra estricta seguridad, solo para ver durante un instante al niño que sería su igual —respondió el Rey con una sonrisa.

—Así que esa es la razón por la cual visitó a Zoe el día del nacimiento de Tezuka —reflexionó Issey.

—Efectivamente Issey. Sin embargo, estoy seguro de que mi muchacho será muy diferente a ese hombre; él no carga con el profundo odio que envenena el alma de las personas, así que deja de preocuparte y disfruta del espectáculo.

Los profesores también se encontraban debatiendo sobre lo que ocurría en el campo de batalla.

—Su aura es igual a la de... —expresaba la Profesora Kaede antes de ser interrumpida abruptamente por Hideki.

—El Rey está al tanto de ello, no deberían preocuparse.

—Yo creo que el aura es lo que menos debería importarnos, lo que a mí me intriga es cómo pensó que esa sería la mejor manera de detener el ataque de Jaden —comentó el Profesor Kouta.

—Definitivamente fue un movimiento demasiado peligroso. Un guerrero de alto rango solo lo utilizaría como último recurso; el desgaste que produce es rápido, preocupante e intenso, además de que si es ejecutado de manera incorrecta, provocaría daños aún peores a lo que se sufriría sin ningún tipo de protección —explicó Kaede.

Tierra de Héroes. El Camino del GuerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora