Capítulo 17 - Siempre a Tu Lado

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3 Días después del Torneo Estudiantil.

La habitación "303" del Hospital Central del Reino del Norte estaba totalmente desorganizada; varias prendas de ropa se encontraban regadas por todo el piso y por el sillón para acompañantes, además de algunos equipamientos de combate en una de las mesas. El silencio en ese lugar era absoluto y el ambiente podía describirse como tranquilo, la única iluminación presente era la luz del Sol que irradiaba fuertemente filtrándose a través de la ventana, la cual estaba medio cubierta por una cortina oscura.

Desde hace tres días Tezuka Kami estaba inconsciente, debido a lo sucedido durante el Torneo Estudiantil, y durante ese tiempo Rin Fuyu había estado pendiente de él en todo momento, recibiendo en muchas ocasiones una ayuda por parte de Jaden Kurosaki, quien tampoco se había movido de aquel sitio desde que ingresaron a su compañero.

Durante las noches Rin dormía en una silla al lado de Tezuka, reposando su cabeza en la orilla de la cama; todo con la finalidad de estar atenta para el momento en el que él despertara, algo que ella deseaba con ansias.

Tezuka abrió los ojos con un poco de dificultad, la luz le resultaba molesta, pero cuando logró acostumbrarse giró suavemente su cabeza hacia los lados para tratar de ubicarse. Tras un par de segundos de confusión, se percató que se encontraba en una habitación de hospital y que Rin estaba dormida a su lado. Sonrió al verla y extendió lentamente su mano, con las pocas fuerzas que tenía, para acariciar con delicadeza el cabello de su compañera, quien rápidamente dio un ligero salto de miedo que se transformó en una inmensa felicidad en cuestión de un instante.

—¡Despertaste! —exclamó Rin mientras abrazaba el torso de Tezuka, sintiendo un gran alivio en su corazón y unas intensas ganas de llorar, las cuales contuvo con todas sus fuerzas.

—Gracias por todo Rin, me salvaste y has estado cuidado de mí; creo que sin ti estaría perdido —susurró acariciando el cabello despeinado de su amiga.

Rin retrocedió apartándose de Tezuka y alzando su rostro, revelando unas marcadas ojeras debido a los días que había pasado cuidando de él. Luego, lo miró fijamente a sus ojos azules con una expresión que mezclaba rabia y tristeza para, posteriormente, manifestar a través de gritos —Eres un auténtico idiota, cómo demonios se te ocurrió irte solo a rescatar a tu hermano, desconocías el poder de los secuestradores y pudieron haberte asesinado. No olvides nunca que tienes amigos; nosotros estaremos contigo para lo que necesites y, al menos yo, siempre estaré a tu lado...

—Lo siento, en ese momento no pude pensar en otra cosa que no fuera salvarlo, simplemente corrí desesperado sin tener un plan o analizar la situación —respondió apenado.

—Afortunadamente todo ha salido bien —expresó Rin emitiendo un suspiro, levantándose para abrir por completo las cortinas de la habitación y, posteriormente, añadir —Solo debes pensar en recuperarte lo más pronto posible.

Tezuka asintió con la cabeza, se sentó en la cama y soltó una leve carcajeaba al detallar a Rin, comentando sarcásticamente —Que bonita es esa mancha de tu blusa.

Rin se volvió hacia Tezuka velozmente con las mejillas sonrojadas, tapándose con sus manos la mancha de café que había sobre su blusa blanca —¡Cállate! —exclamó Rin.

—Te ves muy tierna cuando te sonrojas —comentó Tezuka entre risas.

Rin tomó una de sus prendas de ropa del suelo y se la aventó a Tezuka hacia el rostro, para luego preguntarle —¿No te cansas de molestarme?

—No, es muy entretenido —respondió alzando ligeramente sus hombros sin parar de reír.

Mientras ambos discutían, una enfermera golpeó suavemente la puerta antes de entrar a la habitación, mostrándose notoriamente alegre al ver que Tezuka había despertado. —¿Cómo te sientes? —consultó.

Tierra de Héroes. El Camino del GuerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora