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28. Viaje escolar que termina mal

Me levanté con un terrible dolor de cabeza, la habitación apestaba a alcohol y cigarrillo.

Oh, esperen, yo era la que apestaba.

— ¡Marian!— Gritó Shane haciendo que soltara un gruñido.

Revisé el reloj de la mesita de noche, me di cuenta que eran las 6:00 am.

Tenía un dolor de cabeza horrible.

— ¡Beckman, muévete!— solté otro gruñido mientras me levantaba para ir a la ducha.

Teníamos que estar en la parada de autobuses antes de las 8:00 am, hoy empezaba el campamento de voluntarios por parte de la Asociación de Educación Ambiental y varias escuelas de la ciudad se unían para ayudar.

Sí, entre ellas iba mi antigua escuela. Lo único bueno de esto era que Shane y yo éramos los líderes de la actividad, al parecer éramos un desastre antes pero ahora, en la nueva institución, éramos unos malditos genios.

— ¿Ya hiciste las maletas?— preguntó Shane abriendo la puerta del baño.

— ¿Cuándo vas a entender que no puedes entrar al cuarto mientras me estoy duchando?— me quejé asomándome por la cortina.

—Nunca.

—Salte, necesito privacidad.

— ¿Privacidad para qué?

— ¡Para colgarme con la toalla!— respondí sarcástica—. Pues obvio que para bañarme, idiota.

—Ah bien, entonces apúrate porque aún faltó yo.

— ¡Y yo!— Gritó alguien desde afuera.

— ¿Qué hace Dylan aquí?— susurré confusa.

—Durmió aquí, con nosotros.

— ¿Qué?

—Digo, ¿dónde esperabas que durmiera?— cerré la cortina con fuerza. — Te recuerdo que es mi cama.

— ¡Salte ya!— mi grito solo hizo que me doliera más la cabeza—. No estoy de humor.

—No, y cuando te cuente las novedades menos lo estarás.

— ¿Qué novedades?— dije.

—Jane y Dalia irán al campamento, se inscribieron de último momento junto a Rose, Jean, Alexandra y... Alaska.

¿Qué podría salir mal en un viaje de tres días con mi ex novia, mis ex mejores amigas, mi ex crush y claro, mi nueva enemiga?

—Ahora si me voy a colgar con la toalla.

Una parada por café después.

Shane me compró un poco de café. Llevaba unos lentes de sol y el cabello sujeto en una coleta mal hecha, además de que había decidido usar un conjunto deportivo negro para el viaje.

Serían aproximadamente 5 horas de camino hasta llegar a las cabañas donde estaríamos tres días y dos noches.

— ¿Se puede saber porque llevamos cuatro maletas como si fuésemos de viaje a Dubái?

—Ah, es que una maleta está cargada de alcohol.

—No podemos emborrachar a los voluntarios, la mayoría son menores de edad.

—Sí, pero también habrá chicos de universidad.

— ¿Y los conoces?

Shane me dio una sonrisa pícara y contestó—: Claro...