6

33 4 0
                                        

—¿Y este quién carajos es?—dijo el hombre.

Era un tipo muy alto, más alto que Jungkook y obviamente más alto que yo, tenía la piel morena, aceituna... Su cabello era café obscuro y estaba largo, apenas echado para atrás por lo mojado. Su físico era muy igual al de Jeon, músculos marcados, abdomen plano, brazos, no, no; troncos muy duros y su pecho bien trabajado.

—Lo mismo pregunto—miré a Kook.

—Yoongi, él es-

—Kim Namjoon—me hizo reverencia y luego extendió su mano, yo le respondí— ¿Y tú?

—Él es... Min Yoongi.

—¡¿El chico del que me hablaste‽—sonrió señalándome—¡Ou! ¡Viejo! Baby Doll me ha hablado mucho de tí, esto es grandioso, espera; dame un momento para vestirme y hablamos mejor, ¡Les invito un trago! ¿Qué les parece?

—Pero- son las ocho de la mañana.

—¿Y eso qué? Seguro hay un lugar que abre a las nueve... O cierra a las diez—sonrió y subió.

Quedamos en silencio, yo un poco más incómodo que Jeon...

—¿Baby Doll?

—Solo- cállate.

—¡Si!... Tienes razón... Uh- y... ¿Él es- t-tu novio?

—No... Él es... Umm—jugaba con sus pulgares— ¿Sabes qué? Mejor debes irte.

—¡No! Vine porque quiero arreglar lo que hice.

—Yo lo entiendo pero, si te quedas, Namjoon va a querer hablar contigo y- yo... No quiero que él se involucre en tu vida porqué él-

—¡LISTO! Vamos, Yoongi, tengo cosas que quiero saber de tí—me tomó por los hombros.

Y de un momento a otro estaba en un striptease clandestino abierto en plena tarde.

Carajo, estaba tan nervioso e incómodo, había chicas usando apenas ropa y caminaban como si nada, incluso algunas tenían los pechos al aire; muchos hombres, demasiados, algunos trabajaban en el club pero eran más mujeres quienes trabajaban. Jamás había entrado a algún lugar como estos, no sabía si quiera a dónde mirar pero esa duda no importó cuando Namjoon me habló.

—Entonces, Yoongi, ¿Qué edad tienes?

—E-eh... V-veinte—trataba de acomodarme en mi asiento.

—Jummm, eres más grande que mi baby Doll... Que interesante. ¿Y estás en la escuela?

—Si.

—Él va a ser presidente—comentó Jungkook ya sabiendo del intelecto de Min.

—¿En verdad eres tan listo? Eso es una lastima, yo dejé de estudiar hace mucho, en cuanto me dijeron que era más astuto que el promedio, tomé 45 dólares, fuí a Austria y ahora, soy muy rico.

—Y-y... ¿De dónde se conocen?

—¿No le has dicho?—miró a Yoongi.

—Emm... Por trabajo.

—¡Ah! ¿Entonces... Actúas?

—¡No! Soy director—me aseguró.

Lo ví sacar un puro, maldita presión social inventada.

—Ey... ¿Tienes uno para mí?—¿Se nota que jamás he estado en alguna situación similar?

Namjoon lucía tan bravo y feroz, una confianza que me aterra, sus ojos eran la peor parte, de dragón, solo los líderes los tienen. Hace dos semanas podrían encontrarme estudiando o viendo algún anime, leyendo un cómic o quizás completando un videojuego, mientras afuera había un mundo, uno lleno de alcohol, cigarros y mucho sexo, la vida que los otros chicos vivían y yo evadía porque parecía arriesgado, innecesario y peligroso, muy peligroso; sin embargo, ahora me doy cuenta que si ese es el mundo, tenía que aprender a manejarlo o aunque sea intentarlo... Pero ni siquiera sé dónde se paga la luz, así que mis nervios no son para menos.

—¿Fumas?—alzó una ceja pero no le interesó, me dió un puro y aprendí a fumarlo... Me preguntaría si valió la pena de no ser porque estaba confundido y con una máscara social.

De repente ví a Jungkook levantarse.

—Oye ¿a dónde vas?

—Al baño, necesito mojarme la cara... ¿Puedo?—parecía molesto o irritado.

No esperó mi respuesta y solo se fué.

—¡Jajaja!

—¿Q-Qué?...

—Eres un idiota—esa maldita sonrisa hipócrita—. Imagino que jamás has tenido novia... O, por lo que veo en tí... Novio.

—Uh-
¿Cómo se supone que debía tomarme eso?

—No te preocupes, realmente me agradas... Hasta quiero proponerte algo, ¿Qué te parece trabajar para mí? Aprenderás y ganarás mucho.

—Y-yo... No quiero ser actor porno—respondí quizás indignado; ahora entendí a qué se refería Jungkook.

—¡No! No vas a hacer esas cosas... A no ser que tú quieras.

—N-no—me enojé un poco.

—¡Oye, cálmate! Jaja, carajo, solo estoy jugando—sonrió—; la verdad es que si me agradas, por eso me voy a encargar de protegerte, ¿Te parece bien? Como dije, vas a aprender mucho de mí.

Ví algo de reojo... ¡Esperen!
—Ay... No puede ser—palidecí.

—¿Qué?

—Ese es mi maestro de historia—hablé entre dientes tratando de esconderme.

El bastardo de Nam volteó y lo ubicó.

—¡¿Ese tipo?!—lo señaló nada discreto.

—Si... El maestro Woo.

—¡OIGA! ¡MAESTRO WOO!

¡¡¿QUÉ MIERDA HACE?!!

El maestro lo miró.

—¡Venga aquí!—sonreía, yo moría de pena.

—Disculpe ¿Acaso nos conocemos?

—¡No! ¡Pero mi amigo Yoongi si! ¡Yoongi saluda!

Quité mi mano y trataba de no hacer contacto visual.

—¡J-joven Min!—no hay que decir que se alarmó—¿Q-Qué hace usted aquí? Eres muy joven para este lugar... Y-y ¡Es ilegal!—como si tuviera el derecho a reclamarme siendo él un hombre casi de tercera edad casado y con dos hijas.
Por supuesto que lo sabía, y nada tonto comenzó a alejarse muy nervioso.
—¡NO SE LO DIGA A NADIE Y TIENE 10 EN MI MATERIA!—finalmente se fué con toda prisa, solo asentí volviendo a fumar.

—Que hombre tan agradable—sonrió "incrédulo"

—¿Tomo su orden?

—Si nena, serán dos margaritas y... ¿Tú Yoongi?

—S-si... Que sean tres ¡No! Espera... Mejor, beberé un Long Iland—aseguré, como si supiera de estas cosas.

—Oye... Jungkook me habló de algunas cosas; ¿De verdad te gusta?—me miró.

—... Si~—asentí y si no fuera por mis nervios, aseguraría orgulloso.

—Y ¿No prefieres a alguien de tu nivel? Me refiero, a no tan experimentado ¿Seguro que de verdad no te interesan las chicas? Son sexys y maravillosas y no tienes idea en lo que se convierten con solo 500 dólares.

—Emmm...

—Veras, éste el asunto; yo puedo garantizarte que Jungkook no es lo que estas buscado, es sucio y atrevido, bien dicen que los que tienen cara de malo aunque su interior parezca de blando es el corazón lo que lo proyecta de diablo.

—¿He?

—Quiero decir que su look de chico malo no es casualidad, él podría tráete problemas. Lo conozco, hemos salido y no es para tí... Tú no estás listo para él. Por eso, toma tus cosas y pega la vuelta porque, muchacho... No cualquiera tiene las bolas de ser actor porno; y si Jungkook las tiene, deberías considerar lo que eso implica...

El Chico de la VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora