El Chico de la Ventana

9

Namjoon condujo bastante hasta que ya no reconocí la zona y casi parecía que estábamos en medio de la nada.

—Jungkook debía presentarse a una grabación el día de ayer—me miró molesto—... Pero no lo hizo. ¿Sabes qué significa eso?

—N-no...
Sudaba del miedo.

—Que perdí 300,000 wones, ¡¿TIENES IDEA DE POR QUÉ PASÓ‽ ¡POR TU JODIDA CULPA! ¡LO ESTAS CONVENCIENDO CON TUS IDEAS RARAS! Te lo estoy advirtiendo ahora—me sentenció severo— ¡DEJA DE LAVARLE EL CEREBRO! ¡YA NO QUIERE ACTUAR Y ES DESDE QUE TE CONOCIÓ!

—¡NO!

—¡¿Me dices mentiroso‽

—¡NO,NO,NO,NO,NO! Jungkook quería dejar de actuar desde antes de mudarse aquí, ¡por eso vino!—estaba alarmado.

—Con que tú crees eso, ¿hu? Patético...

—...pero es la verdad~
Murmuré.

—Mira... Yo ya te había dicho que no cualquiera tiene las bolas para ser actor porno... Y Jeon las tiene; de verdad quería que tú y yo fuéramos amigos, quería que me agradaras... Jungkook no paraba de decir lo inteligente y estupendo que eres—¿Jungkook enserio dijo eso de mí?—; carajo, y con los planes de tu amiguito Brasileño... Pero no dejas de interponerte en mis mierdas; no tienes ni la mínima idea de lo que he hecho para llegar en donde estoy. ¿Quieres saberlo?—ni siquiera me dejó responderle— Es cuestión de decidir si vale la pena comer ese pastel por el negocio... Justo como lo estás pensando, ¡Te lo putas dije! Pero no me escuchaste, ¡No vale la pena ir por Jungkook! Hasta sus padres lo sabían.

Este hijo de-

—Pero- no significa que Jungkook no tenga valor... No me mal entiendas, esto—tocó mi hinchada nariz—no vale la pena, todo esto, no vale la pena, no por Jeon... Aunque, invertir 300,000 para producirle un pequeño vídeo, si lo vale... Tener sexo con él, carajo, creeme que si lo vale... ¿Te crees que estás a la altura?

—¿Eh?...

—Entorpecer mis asuntos no es una opción, niño; pero solo yo sé el verdadero costo que tiene Jungkook y si lo quieres para tí debo saber entonces... ¿Tienes los cojones suficientes? ¿Realmente tienes lo necesario para si quiera tocar a una estrella porno del nivel de Jungkook? ¿Qué tan lejos quieres llegar? ¿Pagarías el verdadero precio real? ¿Harías hasta lo último antes de si quiera hacerte cargo? ¿Hasta dónde piensas detenerte?...

Ay, mierda, ay mierda...
Todas esas preguntas solo eran para hacerme sentir tenso.

No me despegaba la mirada pero ví como su mano se movió y para mí desfortuna, era porque desabrochaba su pantalón... Pude ver que desde su cinturón suelto y entre su cremallera quería asomarse un gran bulto...
L-lo miré con miedo... ¿É-él quiere que yo se lo-
¡NO! Jungkook vale más que eso... Y me preocupa saber que justo es un precio muy bajo... No sabía qué pensar, me sentí aterrador, quería salir corriendo y gritando mientras lloraba-

—¡JAJAJAJAJA!¡DEBISTE VER TU CARA! ¡No puedo creerlo! ¡¿De verdad ibas a hacerlo‽ Carajo, enserio eres muy gay... ¿Tú crees que yo soy maricón? ¿Eh?

¿Qué-? Pero- ¿Que no Jungkook y él-

Él solo siguió revolcándose de risa en el asiento. Luego apareció esa sensación reconocible del mareo, el aire salió de mis pulmones como si fuera vomitado; mi abdomen se endureció como roca, las repentinas ganas de orinar opacaron mis nauseas, el ardor interno que quemaba mi intestino mientras a su vez, dejaba de tener sensación de mi cadera para abajo, solo apenas en la punta de mis pies... Namjoon había golpeado mi entrepierna y dolía un trillón de veces peor que mi nariz.

—¡¿Te dolió mucho?! Perdóname, enserio; solo necesitaba desquitarme. Oye, ten—estiró su mano y abrió la guantera delante de mí—, aquí tienes, tómate un par—se refería al frasco de pastillas blancas—te ayudarán con el dolor, creeme. Para tu nariz.

El dolor no me dejó pensar con claridad y solo las tomé sin preguntas, dejé de encorvarme en mi lugar como pude solo porque quería aliviar el dolor. No podía ni hablar por mi lengua entumecida así que quiero mencionar que fué un logro tomar ambas píldoras.

—Dios, eres increíble, duende. Sígueme—dijo cuando me vio un poco más recuperado.

Bajó del auto y yo seguí su andar.

—Cuatro letras: Dawn. Ese bastardo y yo solíamos trabajar juntos; un día tuve una grandiosa idea, solo imagínate, un par de amigas súper lindas en una tienda de ropa comienzan a usar los probadores y ¡Oh! Sorpresa, se trataba de dos femboys muy cachondos súper gays y súper sexys... ¡Era glorioso! ¿Pero qué hizo él? Tomó mi idea, mis dos mejores actores, la cámara de su primo y en mi propia piscina recreó el puto guión que yo mismo escribí, "dos amigas van a la piscina pública y descubren que son travestis" ay mierda, el título ni siquiera es llamativo y las piscinas han perdido su escencia, porque puedes esperar ver a gente haciéndolo en la piscina pública, ¿Pero en los vestidores de un centro comercial? ¡La joya de los mirones y el verdadero fetiche de los exhibicionistas!—presumió orgulloso —... la fotografía del vídeo es muy amateur...pero gracias a esa idea, se volvió esto.

Llegamos hasta una casa que a leguas se notaba demasiado costosa.

—Ese idiota ganó un premio a mejor vídeo con mi idea—volteó a verme—. Él no se lo merece; así que vamos a entrar... Y se lo vamos a quitar; si lo consigues, te perdonaré tus constantes intentos de sabotaje ¿Entendido?

Quise decir que no, pero ante tal "invitación" ¿Cómo negarme? ¿No?
Abrió la puerta corrediza del vidrio, la que conectaba al patio de la piscina con la casa.

Namjoon me hizo ir por delante.
Entré sigiloso buscando el trofeo y justamente lo encontré... Creo.
Era algo que parecía una especie de... Miembro masculino de oro tamaño mastodonte. "Mejor vídeo porno del año".

—Namjoon, lo encon-

¡MALPARIDO HIJO DE PUTA! ¡YA NO ESTABA!

Y de cereza en el pastel... Escuché un gruñido animal detrás de mí y al girar me encontré a Dawn en ropa interior, blanca... Muy corta... A lado de él, un perro grande de raza Husky.
Le ordenó atacarme y yo no tuve de otra más que correr por mi vida. Salí por la puerta principal con el premio en mano y seguí corriendo hasta la carretera, tenía tanto miedo que ni me enteré del momento en que el can me había dejado de perseguir, mis apenas útiles reflejos me salvaron, ví a un par de patrullas yendo a mi dirección (aún no decido si fué Dawn o Namjoon quién los llamó). Salté fuera del camino apenas antes de estar en su rango de visión y cuando las patrullas pasaron de largo, pude ver el automóvil de Namjoon yendo en la otra dirección.

Maldito...

—¡SeokJin! ¡Por favor, pasa por mí! ¡AHORA!

Le dije por teléfono... Mi tan apreciado amigo.

—Broh... ¿Qué mierda?

—Es una larga historia, ahora llévame a casa de Jungkook, si no es molestia.

Palabras amables... Mi tono de voz en cambio... Hablaba entre dientes, la rabia que tenía por la traición de Namjoon ¿Me sorprende? No ¿Me lo esperaba? Honestamente tampoco. Y quería escupir el veneno dentro de mí, mi mandíbula tensa, mis cejas hiper-fruncidas y mis puños apretados. ¡NUNCA ME HABÍA SENTIDO TAN ENOJADO! ¡ARGH! ¡Y POCO ME FALTÓ PARA GRITAR! de no ser por lo asustado que seguía...

—¿Por qué tienes un dildo de oro?

—Hoseok, cállate...