El Chico de la Ventana

10

Eran las 5 de la tarde, cuando había llegado a casa; la cena empezaba a las 7.

Abrí mi ventana y logré llamar a Jungkook, estaba terminando de arreglar mi traje, de hecho, Jungkook también. Le señalé mi auto (que había llevado Hoseok desde mi escuela) y él entendió.

—¿Y qué tal?—me voltee para verlo.

—Parece que te asaltaron—dijo Hoseok preocupado.

—Luces como si tuvieras resaca.

—¡No importa!—en realidad, si... Pero no quería saber lo horrible que me veía.

Traje mal puesto, corbata horriblemente anudada (jamás aprendí a hacer un nudo adecuado) mi cabello despeinado y lleno de pasto (por la persecución) el sudor (de la misma persecución, los nervios y el calor) además de los notables moretones de mi rostro... No quería escuchar lo obvio y ya ni siquiera había tiempo.

—De acuerdo—llegamos a mi auto, Jungkook ya nos esperaba.

—¿Tienes lo necesario?—me miró Jin.

—...No sé... Ash, creo que la adrenalina está bajando porque me siento mareado...

—¿Mucho?—creo que fué Jungkook el que preguntó.

—S-solo un poco... Wow... Viejo, ¿Por qué el cielo se ve como un filtro infrarrojo?

—Ay, ya le dió cáncer—¡Ese sin dudas era mi amigo Hoseok!

—¿Estas sudando otra vez?—la cara de SeokJin se me acercó.

—¿Acaso soy el único con cador?

—Si, de hecho si... ¿Dijiste “cador”?

—¿Ah, zi?—tengo un lejano recuerdo de arrastrar las palabras en algún punto.

—Oye... ¿Enserio estás bien?

—¡Ahh! Tal vezes el analdésico haciendo lo suyo—sonreí bobamente.

—¿Qué analgésico?—dijo Kook.

—Dspues 'eque Name pegó, me dió una padstilla para el dolor de cabeza... Fué muy lindo por cierto jeje-

—¡Ah! Era LSD.
Todos lo miraron.
—E-es que a Namjoon le gusta dárselo a las personas...

—Oie no... ¿Cómo voy a dar el concurdo?
mis párpados pesaban.

—¿Cuántas tomaste?
Hice el gesto del "dos"
—¡Estarás bien! Solo... N-no hables mucho—comenzó a empujarme por los hombros hasta el vehículo.

—Pero si tengo que hablar...

Casi tres horas de la noche están perdidas para mí y por lo que Jungkook me cuenta, agradezco eso. Me senté en la mesa con lo otros competidores y junto a Jungkook como mi acompañante.
Finalmente... El concurso.

Una chica haciéndose la mártir con todo y lágrimas en los ojos; "mi mejor maestra siempre será mi madre" ¡Que cursi!
Otros dos tarados que no recuerdo y el imbécil que prácticamente me copió el discurso; es decir, no fué palabra por palabra pero sí dijo la frase de Benjamin Franklin que iba a citar. Grandioso... Mi turno.

Me levanté totalmente tranquilo, aunque Jungkook dice que en realidad hice todo un escándalo y que incluso tropecé con el mantel.
Subí y saqué mis notas, estaba de más decir que mi psicodelica visión no me dejaba leer. Sentí las miradas en mí, no podría decir qué era lo que pasaba por mi mente si es que algo pasó.

—¿Saben? Je~ tenía un discurso planeado que practiqué por meses pero- jaja, bueno, es que escuchar los discursos de la competencia me hizo darme cuenta que todo esto es patético... Además, ya no puedo usar a Ben Franklin, gracias—le resalté a ese nerd cara de moco chupado que copió el discurso, no sé cómo pero sé que lo hizo o eso me hace pensar la paranoia—. En fin ah- pues... Fibra moral... Hace unas horas, un tipo me dijo que—era difícil estar concentrado y hablando con claridad—... Hay cosas que no valen la pena o tienen un valor en otro lugar, lo que entendí fué que, a veces debes decidir dónde encajar cada cosa y que al aprender a hacerlo correctamente, tienes éxito; pero yo creo que incluso si eso algo pertenece a un lugar, si tú tienes el poder de no dejarlo en ese lugar... Es ahí cuando entra la fibra moral, la que va más allá de lo programado por nuestros padres o lo enseñado en clases, la fibra moral ni siquiera se calcula por la historia del ser humano, aún así es parte y responsabilidad del ser humano. Por héroes anónimos que permanecerán así... Estoy parado aquí —me costaba una fuerza inhumana estar de pie— y puedo ver a alguien que- ha demostrado tener la vara muy alta cuando se trata de esto—miraba a los dos Jungkook's—, alguien que puede renunciar a sus padres por su felicidad, que aprende de sus errores y se enfrenta a ellos... Espero que todos aspiremos a ello algún día. Lo que trato de decir es que, la fibra moral es un instinto, en algunas personas más fuerte, en otras menos presente; Karl Jung designó el Arquetipo Persona para aquél lado interno no reprimido que se adapta y pone el lado más conveniente frente a los demás para integrarnos a la sociedad y definitivamente vale la pena aquel con moral intacta, aquel que, si llega a mentir, no es por apariencias ni conveniencia, si tiene la posibilidad de no herir aún con una mentira y decide hacerlo, no es carente de moral... No recuerdo la canción que dijo "enloquecer para conocer la cordura" y es que la muerte no es la perdida más grande que tenemos... la moral, en internet leo comentarios de gente con ideales cuestionables, actitudes extravagantes por fama a costa de privacidad, algunos usuarios haciendo bromas pesadas o de mal gusto, padres abusando a sus hijos y lo peor es que no saben que lo hacen y es que la ignorancia es gran enemigo de la moral; por eso quiero que recordemos siempre que aquel aferrado a su instinto del saber, aquel que da muerte al arquetipo Persona sin que lleve el estandarte de lo mejor, tiene valor en cualquier parte... Mi maestro de Kyudo dijo "un tiro hermoso no siempre dá en el blanco" así que quién se mantenga al tanto de las consecuencias de sus acciones, es representante de una digna persona con una moral inquebrantable, al menos es señal dé. Mis padres también me han enseñado el bien y el mal como parte de la vida y aún así nunca satanizaron las acciones malas, sabemos que para el hombre, lo prohibido es atractivo, les agradezco por eso... Pero a pesar de sus enseñanzas, como dije, se trata de un instinto y puede ser despertado; yo creo que hasta el ser más despiadado, más insensible... Más privado—volví a mirar a Jungkook—, puede despertar aquel instinto único. No usaré a Franklin pero si quisiera citar al filósofo norteamericano "William Newcome" que dijo; "Si no somos responsables por los pensamientos que pasan por nuestro cerebro, al menos somos responsables con lo que hacemos con ellos"... De ahí el porqué menciono que aquel que tiene la oportunidad de hacer cosas buenas aunque parezcan malas tiene moral, si no nos arriesgamos a malos entendidos, nadie haría cosas buenas nunca—dios, no podía apartar la vista de mi precioso Jungkook, aún drogado entiendo perfectamente la mente de él, lo siento cuál telepatía—. Ésta frase refleja más claramente lo que a mis enseñanzas y propia moral, significan... Fibra moral.

Casi había sido un discurso perfecto, pero mi estado de desinterés y desvergüenza me hicieron eructar en el micrófono (no fué algo fuerte pero aún así), que suerte que en aquel momento estaba quitado de la pena.

Pasaron unas tres horas (según recuerdo) antes de que dieran el resultado. Tomaba un vaso de agua porque parecía que el efecto de la droga pasaba. Wow... Estuvo intenso, pero no pienso volver a intentarlo.

La bocina ya no se oía distorsionada y pude escuchar perfectamente el resultado...

"Quisiéramos darles una beca a todo pero no podemos... Así que el ganador es..." El idiota que robó mi discurso. Al menos sé que el discurso que escribí hubiera funcionado tal vez mejor que el que acababa de improvisar... Pero no entiendo bien cómo fué que no gané; inventé un discurso descente para el estado en el que me encontraba (creo, espero, eso recuerdo... Y espero que no sea la clásica situación de "sonaba mejor en mi mente", que dudo por lo que me contaron).
Pude notar a Jungkook más triste de lo que estaba yo...

Pero así es la vida, a veces ganas, otras pierdes. Honestamente, estoy feliz de no haber ganado la beca... Si fuera a Harvard... Odiaría dejar solo a Jungkook aquí... No podría llevarlo conmigo por mucho que quisiera.

En fin.

Al día siguiente tuve que ir al banco, aún me sentía un poco mal debido a efectos secundarios de la droga, pero eran casi imperceptibles.

Llegó mi turno.

—Hola señora Hee.

—¿Cómo te encuentras? ¿Qué le pasó a tu cara?—habló dulce... Vieja alcahueta.

—Nada, me golpeé con el auto.

—Oh ya veo, que lástima, eso se ve doloroso. Pero dime, ¿En qué te puedo ayudar?

—Si, amm... Vengo a cerrar la cuenta.

—¿Disculpa?

—Si, la cuenta de ahorros para Huenin.

—Pero si esa cuenta fué cerrada ayer.

—... ¿Qué?

—Tu consejero estudiantil vino y la cerró. El señor Shin, él tiene el dinero.

—¿De qué estás hablando? ¿Mi consejero estudian-

No...putas...inventes...