El Chico de la Ventana

12

—Tu plan es una maldita locura—dijo Hoseok.

—Yo digo que lo hagamos—saltó Jin entusiasmado—será mi boleto de entrada.

—¿Y qué haces si nos descubren?

—No pasará—aseguré.

—Broh, ¿Quién eres? ¿Seok Woo en Train to Busan? No hermano, date mejor por muerto.

—Hoseok, sabes que no te lo pediría si no fuera necesario...

—Nos expulsarán.

—¡Al diablo la escuela! Hoseok... Mírame, mira atentamente lo que somos...

—...Ni idea.

—Somos un maldito trío... Lo que significa que—lo tomó por los cachetes— si quitas una pata, todos nos caemos.

—¿Eso no es un trípode?

—¡¿Quieres decir que vas a entrar?!

—...Ash—me miró y directamente encontró mi desesperación—... Si, ya que.

Nos abrazamos con fuerza.

—Eres un buen amigo Hopy.

Paso uno ¡Listo!

Me dirigí a mi casa, más bien, a casa de Jungkook... Aunque en teoría mi plan estaba bien, había mil cosas que podrían salir mal, pero no quería pensar en ello. Lo cierto es que fué producto del estrés y ansiedad.

Toqué su timbre ¡Es un ángel! Tan limpio y pulcro... Un príncipe y yo su plebeyo.

Dormí con Jungkook por primera vez esa noche... No tuvimos- no hicimos... So-solo dormir... ¡Y fué grandioso! Su aroma en la mañana y en la noche, sus ojitos luchando por abrirse al despertar. Tan lindo...

En fin, el Jueves decidí tomarme el día, al fin y al cabo, la graduación era mañana así que a éstas alturas asistir era opcional; Hoseok y Jin fueron a clases pero más que nada para prepararse.

Conduje junto a Jungkook hasta la casa de Dawn.

—¿Te sientes nervioso?—entrelazamos nuestras manos.

—Para nada.
Toqué el timbre, él abrió muy sonriente a Jungkook pero a mí...
Aunque su sonrisa volvió cuando le mostré el premio.

—Dawn ¿Podemos pasar?—pidió Jeon muy amable y adorable.

Accedió.

—T-tengo una propuesta para u-usted...

—Si se trata de negocios, soy todo oídos.

Tragué antes de contarle toda la cituación, desde el principio.

—Entiendo perfectamente... ¿Pero yo qué gano si fracasa? Con algo me tendrán que pagar...

—Ay... Mierda, eso no lo consideré...—realmente no lo pensé.

—Te advierto de una vez que si esa película es mala, no la compraré; así que mejor ve pensando en un plan B...

Fumaba un puro y yo me sentía en apuros... Argh... Plan B... ¿Vendersela a Nam? ¿Será viable?

—Si no te gusta la película, me pones en una de las tuyas.

Miré a Jungkook muy sorprendido ¿Qué acababa de decir?

—¿Ah sí?

Él asintió.
—La que quieras, haré lo que tú me pidas... Pero tendrás que pagarme los 25 mil.

—Eso será lo que tendría que pagarte en 25 películas.

—Entonces haré 25 películas para ti.

—Jungkook~
Genuinamente me preocupaba lo que Jungkook decía.