Nuestro amor es giratorio. [Kooktae]

7.

Our love is spinning.

–¡Jungkook! Ven.

–¿Qué pasa?

–¿Podrías empujarme, por favor? Es que yo no puedo mover el columpio.

–De acuerdo, Tae.

Comenzó dando pequeños empujones escuchando las suaves risitas de su pareja. Cuando sintió que era suficiente regreso a la banca y se sentó quedándose a observar a su lindo novio divertirse.

Estaba tan concentrado en admirarlo que no se percato de que gracias a que era otoño las hojas se caían de los árboles y algunas terminaron regadas por su algo desordenado cabello.

–Jungnie, ¿podrías bajarme?

–Ya voy.

Con cuidado se acerco al columpio para luego agarrarlo y detenerlo poco a poco. Cuando ya se no se movía cargo a Taehyung bajandolo. Iba dejarlo en el suelo cuando laa hojas de un arbusto se movieron asustando a Kim provocando que se apegada al pecho de Jungkook.

–Tranquilo, amor.

–¿Qué habrá sido eso?

–Ven, vamos a ver.

Dieron sigilosos pasos hasta el arbusto, ya allí miraron tratando de encontrar algo, cuando otra vez se movió comenzaron a apartar algunas hojas logrando encontrar a un pequeño perro.

–¡Es un perro!

–Lo sacaré. — Jungkook estiro sus manos tomando entre estas al perro.

–Es muy lindo. — halago acariciando su suave pelaje.

–¡Wof!

–¿Podemos adoptarlo, Tae?

–¡Sí! Quiero que se llame Yeontan.

–Es un lindo nombre.

–¡Jungkook, estamos creando nuestra familia!

–¡Eso es asombroso! — sonrió.— Vamos a casa y se lo enseñamos a nuestras mamás.

Los niños se dieron la vuelta, sus rostros se volvieron más pálidos de lo normal como si hubiesen visto un fantasma. El padre de Taehyung se encontraba viéndolos

–Si antes sentía desdén hacía ti, Taehyung, ahora siento más.

–P-Padre...

–Eres un puto homosexual, das asco.

–Señor, no le voy a permitir que escupas esas palabras tan estúpidas.

–Tú... tú fuiste el que me clavo el maldito cuchillo. — le agarro con fuerza de su sudadera.

–Sí, fuí yo, ¿qué va hacer?

–¡Jungkook!

Golpe tras golpe fue llegando a su rostro, Kim quería detener al hombre pero Jungkook entre gemidos de dolor le decía que se alejara.

Taehyung en momento de desesperación soltó de sus brazos al perro y este corrio hasta la pierna del hombre mordiendole fuertemente.

–¡Maldita s-sea!

Ante el dolor soltó a Jungkook. Con furia le  le arrebato fuertes sollozos a Taehyung por las fuertes patadas y golpes.

¿No somos muy jóvenes para esto?

En ese instante estaba débil y lo odiaba por el hecho de que no pudo defender a Taehyung. Con la visión borrosa volvió su mirada al contrario sintiéndose idiota de verlo inconsciente.