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Veinte y veintidós eran sus edades, todavía eran jóvenes, sus palabras torpes habían tomado más confianza y sus pensamientos más centrados, la madurez llegaba a sus cuerpos, pero sin perder aquella pizca infantil que tanto los caracterizaba.

Sus vidas en la universidad sería como la de cualquier otra persona: estresante, pero siempre tenían el uno al otro para apoyarse en sus carreras y sueños.

¿Cómo se verían luego de llegar a la meta? No lo sabían, pero preferían no preocuparse por ahora y seguir el camino que se extendía frente a ellos.

Siempre tomando la mano del otro y evitando así los tropiezos y las caídas.

𝖢 ➪ 𝖩𝖺𝗄𝖾𝗁𝗈𝗈𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora