Capítulo 64

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Una buena media hora después, Martha llegó al apartamento flanqueada por dos agentes del FBI que dieron un suspiro de alivio cuando vieron las caras familiares de dos de sus colegas de turno dentro del desván. Relevados de sus deberes ahora que Martha estaba dentro de los límites del loft, los agentes optaron por tomar un descanso para tomar café y se fueron después de una breve charla con los dos agentes que custodiaban el apartamento.

Rick sintió empatía por los hombres que tenían la tarea de seguir a su madre, recordó momentáneamente a la película "Paseando a Miss Daisy". Sonrió para sí mismo al imaginar situaciones similares a las de la película, en las que los agentes podrían haberse encontrado últimamente con su extravagante madre.

Al entrar al desván y deshacerse de su abrigo y accesorios, Martha saludó a todos con su estilo dramático habitual que le recordó a Rick a su ex esposa, Meredith. Rick levantó el brazo perezosamente y señaló con los dedos hacia abajo en dirección a Kate y un dedo de su otra mano se la llevó a los labios para silenciar a su madre, quien miró el bulto en el sofá junto a su hijo cuando se acercó a ellos.

-Buenos días, Richard- saludó con voz apagada en comparación con cuando había llegado momentos antes.

Martha le dio un cariñoso beso en la mejilla y luego sostuvo suavemente su mandíbula inspeccionando el estado de su complexión y expresión como solo una madre podría hacerlo. Ella le tocó la mejilla, -Necesitas más descanso, querido.-

-Lo sé. Buenos días madre.- Respondió y presionó guardar el documento.

Martha miró a un lado de la cabeza de Kate para evaluar los moretones y las heridas, luego miró hacia abajo a su cuerpo delgado acurrucado en una bola debajo de la manta. Rick había sido bastante exacto con su descripción de su bienestar.

-¿Cómo está Katherine esta mañana?- Martha susurró con una mirada a los ojos de Rick para medir su reacción. Se dio cuenta de lo protector que era con su novia, su mano continuamente sobre ella.

-Mucho más tranquila esta mañana. Ha experimentado terribles dolores de cabeza, pero la conmoción cerebral se está curando.- Desvió la mirada hacia la cabeza de Kate y con ternura le apartó el pelo de la cara con un dedo.

-Se ve tan pequeña, tan frágil.- Martha comentó. -¿Estás seguro de que está bien?-

Rick le sonrió suavemente a su madre pensando en lo dura y fuerte que solía ser Kate en comparación con la forma en que estaba acurrucada en un pequeño bulto a su lado.

-Ciertamente es frágil, y puede parecer pequeña. Pero en comparación con la noche en que la trajimos a casa...- Rick hizo un gesto y negó con la cabeza deseando no recordar. Levantó su computadora portátil de su regazo y la transfirió a la mesa de café, moviendo el cable para que nadie tropezara con él.

-Parece que debería estar en el hospital.- Martha susurró.

-Estoy de acuerdo. Pero no hay nada que el hospital pueda hacer que nosotros no podamos, así que está bien aquí. Más feliz aquí y más segura.- Respondió. -En la ducha estaba totalmente destrozada emocional y físicamente hasta quedar virtualmente en nada. Estaba tan asustada e indefensa. Como una niña aterrorizada…- Rick se atragantó con sus palabras y parpadeó con fuerza. Inconscientemente continuó acariciando a Kate en algún lugar para obtener seguridad de ella.

-Querido...- Martha murmuró con comprensión y compasión. Tocó la mandíbula de Castle con bigotes buscando su atención. -La tienes de vuelta. Katherine te tiene con ella.- Martha le animó en voz baja.

Rick se secó los ojos y parpadeó, mirando a su madre. Hizo todo lo posible por no emocionarse demasiado, pero no funcionó. Estaba cansado, física y mentalmente. Estaba más allá de cualquier palabra para describir cómo se sentía.

Después de 4x23 Siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora