Capítulo 4: "Rabia"

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No puedo creer lo que estoy viendo...Paula y...ese desgraciado de Reus...

Jadeo aturdido y aunque, en mi corazón siento clavarse agujas, sigo mirando.

Ella lo rodea por el cuello, sus labios están unidos y parecen moverse rápido. Las manos de ese idiota están en el pequeño trasero de Paula y lo aprieta en sus manos.

Mis ojos se nublan, me duele la cabeza, y todo el cuerpo, no...no puede estar pasando esto... escucho la risita juguetona de Paula y mi cuerpo se llena de rabia, quiero ir y partirle la cara a ese mal nacido...pero sería tontería...ya bastante la he cagado hoy con ella...

Mi colmo llega cuando la escucho soltar de su boca lo que parece un pequeño gemido cuando él besa su cuello.

¡BASTA! -me grita mi mente y entro de nuevo en casa llorando y muy cabreado...

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Algo me intenta despertar, mueve mi hombro y susurra mi nombre. Es un cuerpo pequeño y tiene una voz dulce, como un ángel. Frunzo el ceño y noto un gran pinchazo en mi pecho. Oh...eso duele...

- Mami, no despierta... -escucho la voz de mi hermanita-

- Déjame a mí... -abro un poco los ojos y solo consigo ver la silueta de mamá- ¡Koray Günter! -grita destapándome y gruño abrazando mi cuerpo- ¡despierta!

- Oh mamá... -me quejo tapando mi cara con mis manos y de nuevo noto un ligero peso sobre mi cuerpo-

Abro mis ojos y una cabellera negra y mojada roza mi cara haciéndome cosquillas.

- ¡Hermanito! -grita sonriendo y me abraza por el cuello apretujándome-

- Hola... -susurro ahogado por la fuerza de su abrazo-

- Tienes los ojitos rojos... -susurra señalando mi ojo con su dedito-

Y el recuerdo de anoche vuelve a mi cabeza de nuevo, la sonrisa que se formó en mi boca al ver a mi hermana se borra y suspiro.

- Es solo cansancio ratona -beso su frente levantándome- ¿Dónde está mamá?... -susurro cuando veo que ha desaparecido de mi habitación cuando hacía unos segundos estaba aquí-

- Tiene que trabajar... -dice entristecida mi pequeña hermana-

- ¿Hoy? -ella asiente-

Se suponía que hoy era su día libre y que iríamos todos al campo... oh...y ella también... Miro hacia mi ventana desde la que se ve la casa de Paula.

- Supongo que tendremos que hacer algo tú y yo solos -murmuro mirando a mi hermana que se encoge de hombros-

- ¡Koray! -grita mamá y a los segundos está en la puerta de mi habitación colocándose unos pendientes- Necesito que hagas algunas compras para la cena y que te encargues de hacerla, tengo una reunión muy importante que tratar con unos agentes de fuera y volveré tarde, ¿podrás encargarte tú solo? -suspiro cansado y asiento-

- Por supuesto mamá...siempre lo hago... -ruedo mis ojos de mala gana y comienzo a hacer mi cama-

- Cariño lo siento... -murmura ella-

- Sí...ya sabemos que tu trabajo es mucho más importante que tus hijos... -gruño cabreado y ella me mira asombrada-

- Koray no vuelvas a repetir eso -me amenaza en tono cabreado-

- ¿A caso es mentira? -le grito cansado de la misma historia todos los días-

Lena se sobresalta y mamá me mira muy seria con los ojos aguados. Mierda...otra vez la cagaste Koray.

- ¿Eso crees? -susurra decepcionada con la voz quebrada-

- Mamá... -la miro arrepentido-

- Si no fuera por mí no tendríais donde dormir ni que comer Koray -me reprende dolida-

- Mamá...yo...lo siento... -y recibo como contestación un bofetón-

Lena nos mira asombrados y de sus pequeños ojos empiezan a caer pequeñas lágrimas. Nunca antes mamá me había golpeado.

- No te he educado para que me hables así... -susurra muy cerca de mi cara con sus ojos llenos de rabia y sale de mi habitación-

Me paralizo viéndola ir. Escucho sus tacones sonando por las escaleras y segundos después la puerta de la calle se cierra con un gran portazo. Lena rompe a llorar y la abrazo.

- Tranquila enana... -murmuro besando su cabecita-

- ¡Mamá te ha pegado! -llora desconsolada y la acuno en mis brazos-

- Me lo merecía por hablarle así... -susurro dolido y ella barraquea en mis brazos-

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Mientras Lena y yo desayunamos viendo sus dibujos favoritos suena la puerta. Sin saber porqué en mi garganta se forma un nudo y me tiemblan las manos. Lena me mira pasiva, esperando a que haga algo.

- ¿Hermanito? -pestañea sin dejar de mirarme-

- V-voy... -me levanto de la silla y el camino hacia la puerta se hace eterno-

Mi mano temblorosa agarra el pomo y lo gira despacio para abrir la puerta.


- H-hola... -una voz femenina y nerviosa suena al otro lado-

Amor secreto (Koray Günter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora