Amor secreto (Koray Günter)

Capítulo 12: "El beso..."

Mi visión empieza a ser clara de nuevo, mi mirada se clava en esos ojos esmeralda y pestañeo.

- Koray... ¿es-estás...bien? -la voz de Jena me hace volver de nuevo-

Jadeo aturdido, me duele el labio, los puños y la cabeza. Intento incorporarme cuando escucho la voz de Paula llamando a ese maldito inútil.

Mi cabeza parece que de mil vueltas, la miro, está llorando, como esa imagen que recuerdo, cuando era cría, en su balcón, tan asustada. Sus lágrimas caen por su rostro, corriendo su rímel y manchando sus ojos por completo de negro. Me duele tanto esa imagen. Miro el recorrido de sus lágrimas, unas mueren en sus labios, que no dejan de sollozar el nombre de "Marco", otras caen por sus mejillas hasta la cara de este...oh dios, ¿qué he hecho? Su rostro está completamente amoratado, tiene el pómulo derecho hinchado y el labio morado. Joder, nunca pensé que mi odio hacia él se plasmaría de tal forma.

- Es-t-oy...bi-en... n-en-a -intenta sonreír falsamente y Paula gira su mirada hacia mí-

Oh, esa mirada... si las miradas matasen esa lo habría hecho, hundido y enterrado a cien mil millones de metros bajo tierra y en un país del mundo perdido y alejado de ella. El reflejo del odio y el rencor en sus ojos... ¿Puede algo ser peor que eso?

- Tranquilo mi vida...iremos al hospital... -solloza ella acariciando de nuevo el rostro amoratado de Reus y siento que este sí que es el verdadero fin-

- Koray vámonos... -susurra Jena intentando levantarme pero siento mi cuerpo pesado, muerto-

Mis ojos se llenan de lágrimas, la rabia y el dolor mezcladas, formando un coctel molotov sobre mí, ya no soy persona, no soy nadie...

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- Auh... -me quejo mientras la enfermera cura la herida de mi labio hinchado-

- El que te golpeó supo bien como darte... -susurra molesta mirando mi labio partido y gruño-

Maldito hijo de perra... -maldigo en mis adentros mientras la enfermera termina de colocar la tira de cura en mi labio-

- Ya puede pasar... -sale malhumorada y se dirige a Jena-

Suspiro, oh Jena... ella...ella no se merecía presenciar esto... Escucho sus pasos tras la puerta y unos golpecitos en ella antes de asomar su cabeza.

- ¿Se...puede? -susurra y asiento intentando sonreírle- ¿Cómo te encuentras? -Su voz suena triste-

La veo parada frente a la camilla, agarrando su bolso con manos temblorosas y sus ojos brillan tristes. Oh... esa cara, haría cualquier cosa por ver de nuevo su preciosa sonrisa en ella.

- Y-a...me ves... -susurro desganado al recordar el porqué de todo esto-

Ella suspira y se acerca parándose frente a mí. La miro, su rostro está pálido y entristecido. Veo que tiene algunos churretes del maquillaje que llevaba y suspiro triste. La volviste a cagar Günter...enhorabuena -me felicita reprobatoriamente mi subconsciente-