Capítulo 7: "No lo entiende..."

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Abro la puerta de casa con el codo, apenas tengo visión de por dónde voy andando, las bolsas de la compra tapan lo que hay frente a mí. Lena ríe al verme hacer maniobras para no chocar con nada hasta que consigo llegar a la cocina y soltar las cosas. Suspiro aliviado al ver que ha llegado todo en buen estado.

- ¿Y tú de qué te ríes eh enana? -la miro de brazos cruzados y se encoge de hombros- aún estoy cabreado contigo... -la miro serio y ella borra la sonrisa mellada de su cara-

- Lo siento... -murmura-

- ¿Por qué hiciste eso? -me agacho a su altura mirándola a los ojos-

- No me gusta esa chica... -susurra con genio cruzándose de brazos-

- ¿No te gusta? -susurro- Pero enana... no tiene que gustarte... es solo una amiga... -ella niega con su cabecita-

- Paula me dijo que esa chica te quiere -la miro sorprendido y ella sale corriendo a su cuarto-

- ¿Que...qué? -jadeo y me quedo mirando a la nada durante un rato sumido en mis pensamientos-

Cuando llego a los aparcamientos suspiro mirando el estadio, recordando la pelea que tuve con Paula, nuestra primera pelea...

Un coche blanco deportivo aparca a mi lado y... ¡joder!, ¿no podía ser otro?

El estúpido de Marco Reus sonríe desde dentro con su estúpida gorra torcida. Se baja vacilante y rodea su coche para parar frente a mí.

- Vaya vaya...hola -sonríe como un idiota-

- ¿Qué quieres? -gruño-

- ¿Tu papá no te enseñó lo que es la educación? -ladea la cabeza y lo empujo para poder pasar-

Ese hijo de perra sabe perfectamente lo que ocurrió con mi padre, no quiero escucharle porque sé que acabaré rompiéndole los dientes.

- Qué lástima...tu papaíto debe estar muy orgulloso de ti... -noto la ironía en su voz y me giro-

- ¡No vuelvas a nombrar a mi padre! -grito con la voz quebrada-

- Oh...el niño de papá se vuelve débil... -ríe y corro hacia él agarrándole por la camisa y estampándole contra el coche-

Su sonrisa aumenta y gruño muy cerca de su cara.

- Günter, Günter... ¿Paula te ha contado ya lo bien que se lo hice pasar anoche?... -sonríe asquerosamente perverso y lo vuelvo a estampar contra el coche con rabia-

- ¡Eres un maldito cerdo! ¿Qué le hiciste? -gruño demasiado cabreado-

- Hacerla disfrutar y gritar mi nombre... -susurra sonriendo-

- Eh... Koray, ¿qué haces?... -una voz a mis espaldas me hace girar-

El asqueroso de Reus aprovecha para zafarse de un empujón y se aleja de mí. Maldigo y me giro de nuevo para ver a Paula...joder...no, ahora no.

- Tu amiguito intentaba golpearme porque te defendí, nena... -va a su lado y la abraza por la cintura pegándola a su cuerpo-

¡Maldito cerdo! No la toques, es mía.

- ¿Qué estaba pasando aquí? -Paula se separa de Marco para mirarle seria-

Oh nena, menos mal que te das cuenta.

- Él vino provocando -gruño-

- Yo aparqué tranquilamente y tu amiguito bordeó el coche para amenazarme... -intenta excusarse y ruedo los ojos-

- Es una excusa patética -miro a Paula- Sabes que no soy así... -ella me mira seria-

- Hablaré más tarde con los dos... -murmura aún molesta-

- ¡P-Paula! -protesto y ella pasa por mi lado sin decir nada-

Joder, ¿qué he hecho ahora?...

- Mantente al margen Günter...ahora es mía -palmea mi hombro y sigue el camino que ha hecho Paula-

Aprieto mis puños con rabia e intento pensar algo rápido para que esto se solucione de una maldita vez.

El entrenamiento se hace ameno, tan solo algunos estiramientos y un partidillo de quince minutos. Gracias a dios a Reus le toca en el otro equipo...ambos estamos bastante picados e intentamos robarnos el balón cuando lo tenemos. Cuando llega el balón a mis pies alzo mi mirada buscando a algún peto de color verde, solo veo a Erik delante de mí y antes de que pueda reaccionar estoy tirado en el suelo soltando un grito de dolor y agarrando mi espinilla.

- ¡Ahhhh! -miro a quien a golpeado mi pierna y como no...Reus es el responsable-

Sonríe asquerosamente y me mira con el balón parado mientras Klopp gruñe viniendo hacia nosotros.

- Oh... ¿te he hecho daño nenaza? -susurra divertido y le miro con rencor-

- ¡Marco! -grita Jurgen cuando llega a nuestra altura- ¿Se te fue la cabeza? -le regaña y Reus alza sus brazos en señal de disculpa- le entraste muy fuerte al chaval -gruñe-

- Está exagerando... -Marco me señala disgustado y ruedo los ojos incorporándome con ayuda de Erik-

- Ey bro...¿estás bien?... -Erik me mira preocupado y asiento- se ha pasado, te entró con demasiada fuerza... -mira mal a Marco que hace virguerías con el balón frente a Paula-

- Es estúpido... -murmuro cabreado-

- ¿Puedo saber qué os traéis?... Lleváis picados varios días, hoy es cuando más lo hemos notado, sé que nunca te ha caído bien...bueno...ya sabes que a mí tampoco...pero... -deja de hablar y abre mucho los ojos-

Me giro y... siento como si algo dentro de mi pecho hubiese explotado... esa imagen otra vez no... joder... Ese imbécil la tiene abrazada por la cintura y ataca su boca como si no quedase más nada en el mundo. Siento como la rabia va creciendo en mi interior. Paula aprieta sus brazos y se aparta con gesto serio mientras él le susurra algo en el oído y besa su cuello más calmado. Jadeo y dejo de mirar cuando Paula clava sus ojos en mí. Erik me mira confundido y al ver que ando apresurado a los vestuarios me sigue en silencio.

- Bro... -pone su mano en mi hombro y suspiro- ¿es por eso?... -murmura con cautela-

Lo miro serio pero... ¿a quién voy a engañar? Siento que de nuevo mis ojos se aguan y asiento con mi cabeza tragando el nudo de mi garganta.

- L-Lo siento... -susurra- pensé que tú...y...ella...bueno...que los dos...os...molabais... -niego y me giro para que no vea que se me escapa una lágrima- Joder... tranquilo bro...seguro que se dará cuenta de cómo es ese imbécil... -gruñe él también cabreado-

- No lo creo Erik... nunca le he gustado, nunca le gustaré... h-oy...vino a mi casa...me confesó que...le gusta ese hijo de perra -doy un puñetazo a la pared con rabia y me dejo vencer, empiezo a llorar-

- ¡Eeehh! -Erik me separa de la pared- no...tranquilo bro...joder... -me abraza y me siento extraño, no son los brazos a los que yo estoy acostumbrado, pero dejo que me abrace y lloro-

¿S-se...puede?... -otra vez esa voz-

Amor secreto (Koray Günter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora