Lardón en la ermita se trata de un fanfic sobre cierto grupo musical hecho desde la más pura admiración. No pretende faltar el respeto de nadie ni burlarse. Esta obra es pura ficción y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Está es...
Justo cuando se desvaneció el último rayo de luz de lo que quedaba de día, habíamos llegado a un precioso e inquietante convento sutiado en el fondo de un heróico valle cubierto de una sedosa bruma. Estaba rodeado de robles antiguos, muy frondosos, forrados musgo. Algunos ejemplares contaban con numerosos huecos que daban cobijo a lechuzas y otros animales de la montaña. ¡A mi querido papá le hubiera encantado estar aquí!.
Sin interacción ninguna entre nosotras, nos acercamos al portón y llamamos a la puerta del convento. -Llegas tarde Sor Esperanza- saludó una anciana monja que nos recibió con una tenue sonrisa.
-Estoy cansada hermana, ¿llegamos tarde para la cena? Pericia debe estar famélica ¡Está en los huesos!-Replicó Esperanza.
Yo estaba muy cortada, esta situación no era tan MeGaLaYeR como pensaba. Empecé tratando de resolver un misterio y acabo con una desconoicida a las puertas de un convento a las afueras de Sabadell que aún por encima es monja... ¡si aún fuese cura!
Cenamos un plato bastante austero, lo esperable de un convento y Sor Esperanza me lleva hasta un cuarto. -Pericia, por tu seguridad tienes que dormir en mi alcoba. Solo hay una cama, espero que no te importe.
Le respondo que no pasa nada, que estaba acostumbrada a compartir dormitorio con Monchita, que la del pobre era su día a día. -Perfecto. Ahí podemos hablar sin problema.- Entramos en la habitación y la monja me pone al día de la situación:
Verás Pericia, yo conocía a tu madre, ella fue novicia en este convento cuando tenia 16 años. A los 17 se vió obligada a abandonarnos y decidió tener una preciosa familia, como ya sabes. Si te preguntas que ha pasado con la mantilla de la virgen, no te preocupes, la robé yo para captar tu atención. Está a salvo, si quieres puedes recuperarla y marcharte al alba, pero te pido que me escuches.
¿Tú sabes que tu madre tenía un don, verdad? Tus hermanas y tú también lo tenéis, a veces sois capaces de hablar con Dios, Jesús o la virgen María, ¿verdad?. Algunos hombres os habrán dicho que estáis enfermas de los nervios pero yo te lo desmiento, es un milagro. Muchas hermanas de esta orden compartimos la misma bendición. Jesús me ha hablado de ti y me ha pedido que te desvele un secreto.
Te voy a poner en contexto. Nosotras somos las guerreras de María, sí, de la mismísima virgen. Somos mujeres tocadas por la gracia de Dios con el objetivo de salvar y guiar a la humanidad con nuestras visiones. Aquí donde nos ves todos piensan que somos unas simples monjas que se dedican 24/7 a producir confiteroles para vender y autoabartecerse pero en realidad todo eso es una tapadera. Nuestra orden es el servicio de inteligencia más antiguo y poderoso del mundo. Nuestros enemigos son los masones, que desde hace varios siglos están tratando de llevar a la humanidad a su perdición. Son siervos de Luzbel, el ángel malo.
Hace unos años, una novicia tuvo una revelación proféitca. Dios le confesó que del fruto de Otoño nacería la semilla que está destinada a ser el futuro de la iglesia católica, la última esperanza de la humanidad, tu hermana Flora, la elegida. La última misión de Otoño como guerrera de María fue concebir a Flora y tus hermanas. Dedicó su vida a enseñaros el camino a la santidad para que podáis desarrollar todo vuestro potencial como guerreras. El peligro acecha a ti y a tu familia y necesito que te quedes aquí conmigo aprendiendo a controlar tus poderes. Tu deber en esta historia es mejorar el uso de tu Don y proteger a tus hermanas del sicario del vaticano, Pedro Jesús, mejor conocido como P. Jesús. El destino ya está escrito y de aquí a un año todos tus hermanos corren peligro de muerte, sin embargo, la divina a providencia ha hecho posible que llegues a mi y que ahora sea posible cambiar tu destino. ¿Te alistas a las guerreras de María?
Me quedé aturdida por la cantidad de información, estoy sin palabras. La vista se me nubló y vislumbré a silueta de Jesús y de su madre. Me dijeron que confíe en Sor Esperanza, que es una orden de Dios a petición Otoño, mi mamá. Esta información calmó mi alma dubidativa. Recé, recémucho y les pregunté por mi hermano. No entraron en mucho detalle pero me explicaron que él está bien y que no debía preocuparme por tonterías pero me confirmaron mi mayor temor: él está triste por mi huida porque me tenía mucho cariño, al fin y al cabo yo soy su favorita. Me sonrojo, respondí con un sí rotundo y me desvanecí. Solo veía oscuridad.
Habían pasado dos semanas desde que ingresé al convento, el entrenamiento con Sor Esperanza era duro pero tenía una gran mentora. La admiro, he hecho muchos avances en muy poco tiempo. Mis hermanas siempre se burlaban de mi diciendo que era un mueble, que me faltaba carisma porque no destacaba en nada. Me recordaban que si no daba un cambio de actitud me iba a quedar a vestir santos. Ahora resultaba que mi sivilina discreción era la cualidad más importante de una guerrera de maría. ¿Conocéis las películas de 007? Yo no porque en mi casa estaban prohibidas pero ahora soy algo así como una agente de la KGB Católica de mamá María.
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