Capítulo 3.

1.8K 150 10
                                    

Día siguiente.

Lugar ????.

????: Estoy muy cansado.

????: Lamento ser una carga.

????: No lo eres.

Mansión Crepúsculo.

Una peli dorada se encontraba dormido en un sueño muy raro.

Sueño.

La peli dorada se encontraba rodeada de oscuridad y ella hecha bolita, donde tapaba su cara con sus rodillas y las abrazaba, sentía que esa oscuridad nunca se llegaría a acabar, el único que la sacaba de esa oscuridad era Bell.

Pero ahora que no esta y es imposible para ella salir, pero en toda esa oscuridad se empezó a escuchar una voz muy conocida para Aiz, una voz que ella misma a escuchado muchas veces.

-Aiz- Dijo la voz.

Aiz abrió los ojos en esa oscuridad y voltio a ver atrás, de donde venía esa conocida voz, pudo observar un recuerdo de ella y un peli blanco.

-Aiz, estás bien?, pareces distraída?- Pregunto Bell.

-Si, estoy bien- Dijo Aiz.

De pronto la oscuridad empezaba a desvanecerse poco a poco, y la luz Blanca se hacía más brillante, la peli dorada solo miraba con una sonrisa esos recuerdos que eran sumamente importantes para ella.

-Bell- Dijo Aiz con lágrimas en sus ojos.

Y poco a poco la oscuridad desapareció finalmente y en lugar de oscuridad hubo una enorme luz Blanca.

Y así Aiz empezó a despertar.

Fin del sueño.

Empezó a despertar con lágrimas en sus ojos, había llorado dormida, Aiz sentía que su corazón latía con fuerza y rapidez, ella aún no aceptaba que Bell haya muerto, tenía que aceptarlo pero no podía, su corazón se negaba a aceptarlo.

Latia con mucha fuerza negando con todo de que Bell haya muerto, es como si este corazón tuviera parte de él de Bell con su deseo inquebrantable que se niega a aceptar algo así como así.

-Aiz, ¿estás despierta?- Pregunto Riveria.

Tocadas en la puerta y una voz que le hablaba era todo lo que escuchaba, Aiz no respondía y eso solo dejo como opción a Riveria que entre en la habitación.

En sus manos traía una bandeja de comida para ella y para Aiz, parecía querer comer con ella, para que no comiera sola.

Viendo como estaba Aiz con un poco de lágrimas supuso que debió ser algún sueño otra vez, el cambio de Aiz en estos días fue rápido, se comportaba como una adolescente que lloraba por su novio, se comportaba normal, porque era la primera vez que Aiz llora por un chico y no solo un día, si no varios días.

Nada Podrá Separame De Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora