Capítulo 15.

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Un golpe...

Solo bastó 1 golpe para dejar a la elfa en el suelo, agonizando de dolor, incustrada en una casa debajo de ladrillos, que cayeron encima de ella.

El boaz, simplemente la ignoró, caminaba en dirección donde escapó el conejo.

Bell.

Un conejo... corría con gran miedo invadida en su alma, corría por la oscura noche, ni una sola estrella se veía, solo la media luna.

Que iluminaba con su pequeña luz la oscuridad, mientras un conejo corría con desesperación sin lugar definido.

Buscaba esconderse o escapar lejos del boaz, miro de reojo atrás de él, notando que no había nada más que la luz que iluminaba el camino.

*Ughh*

Chocó con algo duro y cayó al suelo, levanto la mirada, y no sabía en que momento llego, no lo escucho, no lo vio, solo apareció de la nada.

El no sabía porque la mirada del boaz, le hacía temblar hasta sus huesos, tanto temblaba que sus huesos parecía que se iban a romper, haciendosen polvo.

Ahora estaba templado en el suelo, bajo la oscura noche que no parecía haber fin alguno, la noche más oscura que viviría el conejo.

Su mirada mostraba miedo, una cara como si estuviera delante de él, la criatura del apocalipsis o el fin.

Sus ojos bien abiertos de par en par, su labio y boca temblaban, su garganta trago pesado, sus ojos temblaban.

Sentía un profundo miedo en su ser, ¿que haría un nivel 5 contra un nivel 7?.

Nada...
No podía hacer absolutamente nada.
Pero... Podía intentar algo suicida o rendirse.

Aunque el tiempo pareciese pasar lento para el conejo, este había cargado 10 segundos de argonauta, levanto su mano, apuntando al rostro del boaz.
Que ni siquiera se inmutó.

¡FIREBOLT!.

Grito con gran fuerza esas palabras, recibiendo de lleno en el rostro.
Para cuando se disperso el humo, solo vio a 50 metros el conejo, corriendo a gran velocidad, siendo impulsado por su habilidad de desarrollo, escape.

...
..
..

Sin más que hacer, el boaz quería acabar con esto rápido.

Entre sus 2 manos, tomo una de sus espadas, apuntó al conejo, alzó su punta de filo apuntado al cielo.
Y con gran fuerza golpeo el suelo, un fuerte temblor se hizo presente, que levanto rocas, polvo y una onda.
*boom*

Y ahora, una pequeña grieta con la onda de choque, seguía al conejo hasta golpearlo haciéndolo caer y rodar.

Para cuando se giro su cabeza para mirar al boaz, pudo ver como este tomaba su pierna y con gran facilidad lo levanto por el aire.

Para luego estamparlo contra el suelo una y otra vez, rompiendo alguno de los huesos del conejo.

Pero aún así, este intentaba levantarse, pero volteo a ver nuevamente al boaz, estaba por disparar otra bola de fuego, pero fue sujetado de la muñeca de su mano.

Siendo apretada con gran fuerza, con el brazo derecho libre, el boaz impacto de su puño en el estómago de chico Albino, siendo este estrellado contra una casa, escupiendo sangre y saliva.

Agarrándose a duras penas el estómago, que le dolía, pero aún no recuperaba el aire que fue sacado de sus pulmones.

Respiraba a duras penas, haciendo un sonido de dolor y que le costaba respirar, pero, poco a poco su mente se iba perdiendo, su visión se iba apagando hasta cerrar los ojos.

Ottar, tomo al conejo y lo llevo como saco de papas en su hombro, en un gran silencio.

Ahora, no había quien salvase a Bell, no había nadie que pudiese ayudarlo, simplemente, ahora sería un chiste intentar meterse a ayudarlo.

Si este nivel 5 fue golpeado a gran brutalidad y vencido con facilidad, que lograrían otros de mayor o igual nivel.
Ahora, su vida daría un gran giro.

Ryuu.

La chica elfa, estaba siendo llevada por aventureros y ciudadanos al hospital más cercano, mientras otros salían de sus casas para saber que era ese temblor.

-B-Bell.

Fue lo que pronunciaba la chica en los brazos de un hombre que la llevaba, mientras los demás le habrían pasos.

Con huesos rotos y herida que hacía que perdiese mucha sangre, solo daba la impresión de que esto era de vida o muerte.

Familias.

Familias como Loki, Hestia, Ganesha y Hermes y otras se reunieron donde se provenía el estruendo de hace un rato.

Solo para seguir huellas y rastros de sangre, para luego desaparecer.

-¿D-donde esta Bell?- Preguntaron Aiz y Hestia.

No tenían idea de donde se encontraba, pero algo más llamo su atención.

El cielo, se volvió rosa, o más bien, algo rosa con toques morados bajaba del cielo.

Las personas ahora no recordaban lo que habían sentido antes, ni tomaron importancia a lo que investigaban.

El arcanum de Freya había sido utilizado por ella misma, para cambiar los recuerdos y otras cosas de las personas.

Ahora, Hestia lo entendía, la única diosa virgen que no le hizo efecto el poder Freya.

Una nueva era empezaría en Orario.

Hasta aquí el capítulo.
Espero que les haya gustado.

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⏰ Última actualización: Sep 24, 2023 ⏰

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