Capítulo 11.

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Mansión Crespusculo entrada.

Welf, Lily, Haruime y Mikoto estaban perados frente a la entrada, esperando a que el peli blanco se termine de despedir de la familia Loki, sobre todo de la princesa dorada.

Pues el solo iba a estar una semana con ellos y después a volver con su familia a la mansión.

Cómo se había acordado entre las familias, cuando hablaron en el hospital, donde se recuperaba.

-Adiós Aiz, adiós Rivera y Adiós Finn, gracias por todo, se los pagarw- Dijo el peli blanco haciendo una reverencia.

-No hace falta, además, somos como familia-Dijo Finn con una gran sonrisa por la amabilidad del conejo que se ofrecía a pagar el favor.

-Cuidate Bell, y no intentes morir de nuevo, no quisiera ver a mi hija mal, porque si no, seré yo la que te asesine- Dijo Riveria de forma alegre, divertida, pero nada de broma.

El conejo solo trago seco, un escalofrío había recorrido su espalda, y los que estaban cerca sintieron el miedo de Bell.

-(Pobre chico)- Pensó un guardia.

-(Que bueno que no soy el novio de la princesa)- Pensó otro guardia.

-Cuidate Bell- Decía Aiz mientras veía la espalda de Bell, ya irse con sus amigos.

-Tranquila, podrás visitarlo debes en cuando y quedarte algunos días con él, por el momento debes hacer tus cosas- Dijo Riveria.

Una sonrisa esbozo la princesa, y volvió adentro dando pequeños brinquitos de un pie a otro, como si se tratase de una niña pequeña que estaba feliz.

Mansión Chimenea.

La diosa Hestia salió corriendo a toda prisa, cuando vio que venía Bell con los demás hijos.

Tirándosele encima, abrazándolo y preguntando si estaba bien, llorando de forma cómica.

-¡Hestia cuidado!- Gritaron Welf y Lily.

-diosa Hestia no puede hacer eso, no ves que Bell tiene que descansar y recuperarse-Dijo Lily molesta por el comportamiento tan inmaduro de Hestia.

-Lo siento- Dijo Hestia de forma apenada.

-Bien, entremos amigo, debes descansar, nosotros te llevaremos el almuerzo- Dijo Welf acompañando a Bell a su habitación.

-Ya extraña estar en casa- Dijo el peli blanco feliz, después de lo que habia sucedido en la mazmorra.

Mansión Crepúsculo.

-Riveria- Llamó Aiz.

-Si, Aiz?- Contestó Riveria con su típica voz de sería.

-Si desias eso de broma, cuando dijiste que ibas a asesinar a Bell?- Preguntó Aiz preocupada de que llegase a suceder.

-A sí, si, no te preocupes, no le haré nada, (si, broma, lo siento Aiz, pero no es broma)- Dijo y pensó Riveria mientras le daba una sonrisa.

Mansión Chimenea.

Íbamos caminando al cuarto de Bell, pero de repente se paralizó, me pareció extraño, estará enfermo?.

-Estas bien?- Pregunto Welf extrañado.

-A sí, si- Dijo Bell -(Que fue ese escalofrío?)- pensó el peli blanco, que ni con el juggernaut sintió tal escalofrío.

La noche había llegado finalmente a Orario, todos dormían en sus casas, mientras la luz de la luna brilla en la ciudad.

Un pelu blanco, que dormía en su cuarto, no estaba tan feliz, tenía miedo, está asustado, moviéndose de un lado a otro.

Estaba teniendo una pesadilla, una que le recordaba en viva imagen, la mazmorra, de los pisos profundos.

Sudaba, se movía de un lado a otro en la cama, en su cara se miraba las expresiones, como si lo estuviera viviendo y sufriendo sin que éste ahí.

-Ryuu, hu-huye, huye- Decía el peli blanco mientras dormía.

Agarraba con su mano la sabana fuertemente, como si lo fuesen a arrastrar o por algo parecido.

Y la gota que derramó el vaso, ojos rojos se mostraron delante de él, despertando se inmediatamente mientras gritaba de miedo, desesperación y horror, mientras tenía sus ojos cerrados con fuerza.

Despertando a todos los de la mansión Chimenea, todos fueron corriendo al cuarto del capitán de la familia.

Creyendo que estaba en peligro, o que alguien entró y le estaba haciendo daño, azotaron la puerta, solo para ver como Bell Cranel gritaba y lloraba con fuerza.

-Bell, despierta, despierta- Gritaba Welf.

Intentando calmar al chico, que al final tuvieron que optar por despertarlo, una vez despierto, Hestia lo abrazo para reconfontarlo.

-Todo está bien Bell- Dijo Hestia intentando hacer que se calmara.

Después de un rato, todos decidieron tomar turnos para cuidarlo, pues, sabían que esto se debía a lo que pasó con el en la mazmorra cuando se perdió 5 días en los pisos profundos.

Y así siguió la noche, Welf, Lily y Mikoto se fueron a sus habitaciones a dormir, mientras que Haruime y Hestia estaban en el cuarto de Bell.

Hestia tenía tomada su mano, para que no sucediese lo mismo, mientras que Haruime dormía en el suelo, para cuando haya que cambiar de turno.

Bell apenas podía dormir, apretaba la mano con fuerza debes en cuando, dormía apenas pequeños ratos, y despertaba asustado.

Hasta aquí el capítulo.
Espero que les haya gustado.
Apoyenme dándole a la estrellita.

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"Hombre que vive un infierno se convierte en un guerrero fuerte, más el que no vive o pasa por el infierno, no es más que un guerrero débil".

Nada Podrá Separame De Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora