Capítulo 12.

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Escrito por RJM9 escritor de amor eterno.
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Torre de Babel.

En lo alto de la torre babel, una diosa conocida, como la diosa de la belleza, estaba sentada en su trono mirando hacia la ciudad.

Sus ojos reflejaban que deseaba algo, su mirada estaba atenta a lo que quería, como un león que asecha su presa.

Mientras la diosa contemplaba la ciudad, la puerta se abrió dejando ver a un hombre bestia, que venia en busca de su diosa.

-Mi señora- Decia Allen.

-Dime Allen que necesitas?- Preguntaba la diosa.

-Quisiera ser de ayuda con lo que va a ser Ottar- Decia el hombre bestia.

-Y porque quieres ayudar Allen?- Preguto la diosa.

-Es un pequeño deseo de ayudar a mi diosa- Decia Allen.

-Ya veo, pero esta vez me negare Allen, Ottar puede hacer lo que le mande el solo, asi que dejalo- Decia la diosa Freya -Asi que retirate- termino diciendo.

-Pero mi diosa...- Decia Allen pero fue interrumpido.

-Ya te dije que no Allen, retirate es una orden de tu diosa- Le dijo Freya seria.

-Si mi señora, con su permiso- Dijo el hombre bestia y salio del salón del trono dejando a su diosa sola.

Freya se levanto de su trono y se aserco a la gran ventana que le daba vista a toda la ciudad, su mirada se fijo en una de las calles de la ciudad, una cabellera blanca llamo su atención.

Calles de Orario.

-Muy pronto seras mío mi conejito y yo sere tuya- Decia la diosa de la belleza.

Por otro lado Bell estaba caminando junto a Welf, rumbo al taller de la diosa Hephesto.

-Bell, como pasaste la noche?- Pregunto el pelirrojo.

-Bueno despues de que me despertaron, estuve mas tranquilo, pero aun recuerdo ese infierno en el calabozo- Decia el peli blanco.

-Lo imagino, pero ya deja eso en el pasado, ahora estas de regreso que es lo bueno, y ahora tienes una historia que contarle a los hijos que tengas con la princesa de la espada- Decia Welf -Porque has pensado más en tu futuro ahora que paso todo esto no?- pregutaba el pelirrojo.

-Todo esto- pregunto el peliblanco.

-Si- decia Welf -tu sabes, ahora que has pasado tiempo con la princesa de la espada, me imagino que ya avanzaron algo ¿o no?- decia el pelirrojo.

Bell se sonrojo por lo dicho por su compañero y amigo. El sabia a lo que se referia pero todavia no habia pasado nada.

-N... no, no a pasado nada mas que lo que han visto por ahora- decia el peliblanco.

-Oh, ya veo- decia el pelirrojo.

El resto del camino era silencioso, ninguno hablo. Despues de un rato llegaron al taller de la diosa de la herrería.

Entraron al local y la dios peliroja con un parche en uno de sus ojos los vio y al ver que uno de los que entro fue en algun momento parte de su familia, dejo lo que estaba haciendo para ir a saludar a los dos chicos.

-Welf, Bell, ¿como estan?¿que los trae por aqui?- decia la diosa.

-Hola diosa Hephesto- decia Bell.

Nada Podrá Separame De Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora