Capítulo 7.

2K 136 62
                                    

Mansión Crepúsculo.

Una peli dorada y un peli blanco se encontraban en el cuarto de la rubia, estos 2 no paraban de besarsen, estaban totalmente enloquecidos, pues llevaban 20 minutos besandosen.

Parecía que estaban en celo, pero le realidad era otra, Aiz había sufrido por el y quería aprovechar para demostrar sus sentimientos, no quería dejarlo ir, pequeñas lágrimas de felicidad salían de ella, cuando se besaban.

-A-Aiz?, puedes parar un momento?- Pregunto Bell.

Bell había notado que ella tenía lágrimas, no sabía de que, pero quería saberlo.

-¿Qué pasa, Bell?- Pregunto Aiz.

-¿E-estas llo-llorando?- Pregunto Bell.

-No- Dijo Aiz secándose las lágrimas.

-Cuentame, que pasa Aiz?- Pregunto Bell preocupado.

-Baka- Dijo Aiz gritando.

(Baka=Tonto).

Bell parecía confundido, no entendía porque le gritaba.

-Eh?- Dijo Bell confundido.

-¡Baka, baka, baka!- Gritaba Aiz con fuerza.

Gritos se escuchaban también afuera de la habitación y todos los ejecutivos estaban pegados a la puerta para saber que pasaba.

Bell trataba de entender porque le decía Aiz tonto, pero le era imposible entender con el hermoso puchero que hacía la peli dorada.

-Aiz, no entiendo lo que dices- Dijo Bell.

-Y-yo, me preocupaste como no tienes idea- Dijo Aiz con la mirada abajo y con algunas lágrimas.

-¿Por mi culpa?- Pregunto Bell.

-Me habían dicho que estabas muerto, y me dolía saber que eso era cierto, lloré y te extrañaba cada día, soñaba contigo, pero cuando despertaba y recordaba que no estabas solo me hacía doler más el pecho- Dijo Aiz gritando.

-Vamos Aiz dilo- Decía Riveria detrás de la puerta susurrando -Dile lo que sientes-

-Y-yo te amo Bell, quiero estar contigo, no quiero que te separes de mi lado, quiero que estés siempre conmigo, quiero estar por la eternidad contigo- Grito Aiz.

-Yo también quiero estar por la eternidad contigo Aiz, porque te amo- Dijo Bell para luego darle un beso en los labios.

-Lo logró- Dijo Riveria con una sonrisa.

Lagrimas brotaban de las mejillas de Aiz, pero solo miraba a Bell como la besaba y solo pudo corresponder el beso.

Después de separarse del beso, Bell con sus manos limpio las lágrimas de las mejillas de la rubia.

-Las lágrimas arruina tu hermoso rostro- Dijo Bell - Te prometo que no me separare de tu lado-

-Eso espero- Dijo Aiz mientras ambos pegaban sus frentes con la del otro y mirando los ojos del otro.

Nada Podrá Separame De Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora