6. No todo está bien.

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Clarissa.

—¿Qué tal la universidad? —escucho la pregunta que le hace Mérida a Lorelai. Me siento lejana a ellas, desde que comencé a pensar en Thomas y el pensamiento de enamorarme de él y que ese sentimiento no sea correspondido me aterra de formas en las que no sabía que todavía podía temer.

De lejos escucho que Lorelai empieza un discurso apasionado sobre como de increíble le va en la universidad y como su promedio está siendo maravilloso para poder pronto entrar en la facultad de derecho y muy pronto convertirse en una grandiosa abogada y a pesar de no estar prestando mucha atención, sé que está diciendo. Desde que conocí a Lorelai hay algo de lo que habla mucho y es de su sueño de ser abogada por ahora está estudiando ciencias políticas, pero está cerca de terminar esa carrera para poder entrar en la escuela de leyes, así que sí, aunque no la estoy escuchando se dé que está hablando.

—Molly Hoftman es una modelo muy elegante por lo que no creo que en su fiesta llevar jeans y una camiseta que diga "Tengo una vagina sabrosa". Sea lo más apropiado para la fiesta— vuelvo a ver a Mérida que está viendo la pantalla de su celular, seguro buscando información de Molly. La verdad es que ya Thomas me confirmo que me pusiera algo elegante, porque James le quiere dar una fiesta al todo estilo de su novia así que ir elegante es obligatorio, pero no había comenzado a prepararme por el simple hecho de estar entrando en colapso con mis últimos pensamientos. Decido salir de este círculo vicioso de pensamientos que solo me ponen los nervios de punta, sacudo la cabeza y presto toda la atención posible a mis dos mejores amigas.

—Oye yo le regale esa camisa y tiene mucha clase, en realidad también te regale una a ti y le hubiera regalado una al Vikingo que decía "Y yo puedo asegurarlo" con el dibujo de una lengua. Pero tanto tú y el Vikingo me dijeron que no era apropiado. Tontos —me es imposible no reír con la expresión de miedo de Mérida por las cosas que dice Lorelai.

—Joder eres terrible Lorelai y deja de llamar a mi novio Vikingo—dice Mérida tratando de ser seria y no demostrar que en realidad quería reír. Lorelai ignora su ultimo comentario y sigue hablando:

—Pero así me aman y por eso soy el Barney del grupo—una gran sonrisa en su rostro.

—Pensé que eras el Barney del grupo porque has dormido con la mitad de Nueva York. Solo que peor porque Barney solo tenía sexo con mujeres, pero tú tienes sexo con hombres y mujeres—digo solo para ver que sale esta vez de la cabeza de Lorelai. Siempre es divertido escuchar sus divagaciones sobre "Como conocí a tu madre".

—Aunque yo no necesito ningún libro de jugadas o mentir sobre lo que quiero con esa persona. Solo voy al punto y consigo sexo—que no se note que ha pasado minutos u horas de su vida pensando en esto. —. Y en realidad si lo piensas detenidamente soy mejor que Barney, consigo más sexo y tengo una conciencia más limpia porque yo no miento. —en eso tiene todo un GRAN punto. Lorelai desde que la conozco no ha hablado con algo que no sea sinceridad, puede que haya cosas de su pasado de las cuales no hable, tal vez porque no se siente lista, pero ella nunca se va a detener de decirte la verdad sobre algo y tampoco es de las personas que se guarde su opinión.

—Deberías llevar el rojo que te regale hace un año—dice Mérida cuando me ve rebuscar entre mi ropa algo adecuado para la fiesta. Volteo para verla no muy convencida de usar ese vestido. En sí, el vestido es precioso; es rojo, en la parte de arriba es muy básico de tirantes y que cubre mis pechos bastante bien, lo genial del vestido viene de la mitad de mi muslo hasta mi tobillo porque el vestido tiene una gran y sexy abertura. Desde que Mérida me regalo el vestido nunca lo he usade porque no encontraba el momento correcto—. Es el momento cariño—dice leyendo mi mente— además estarás rodeada de muchas estrellas con vestidos igual o más sexis que ese no puedes quedarte atrás—la miro por un momento aun dudando de usar ese vestido, pero en última instancia saco el vestido. Mérida tiene razón este es el momento perfecto.

Mi segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora