capítulo 2

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Hasta que reaccioné, abrí nuevamente mis ojos, y ví una luz blanca.

-¡Mierda, me voy a morir!- grité desesperada.

Pero una mano suave y delicada me tocó la cabeza.

-Tranquila, cielo. Estás a salvo.

Mi madre.

-¿Qué pasó?

-¿No recuerdas nada?

-Solo que estaba manejando y choqué, pero se me cerraron los ojos y los abrí recién.

-Kate tuviste un accidente de auto.

-¿Porqué lloras mamá?

-Porque estás aquí, víva, sabía que lo conseguirías.

-No entiendo nada.

Me dolía la cabeza, estaba en la camilla del hospital, con esas túnicas celestes, y con varias máquinas a mi alrededor, con una ventana tan grande que se podían ver los edificios y rascacielos mas altos de nueva york.

-Cariño...estuviste en coma por un poco de tiempo y..

-¡¿Qué?!- exclamé alterada-¡¿Cuánto tiempo?!

Mi madre bajó la cabeza, no me podía mirar a los ojos.

-Dos meses.

Estar dormida por dos meses era algo imposible de creer, cuando lo último que te acuerdas fue ver a tu novio y mejor amiga juntos.

-Mamá.

-Dime Kate.

-¿Qué fecha es hoy?

Mi madre cerró los ojos con fuerza, y me volvió a mirar.

-Treinta de diciembre.

-Genial, podremos celebrar año nuevo- dije con poco entusiasmo y mucho sarcasmo.

-Lo importante es que tus heridas ya sanaron, y tenemos todo listo para irnos de aqui.

-Ten, te espero abajo-  fianlizó mi madre, con una sonrisa de boca cerrada.

Me dejó unos jeans y una sudadera blanca encima de mi cama.

Ni me dió tiempo a despegar el torso de la camilla.

Vino una enfermera, no mucho más grande que yo, con una coleta rubia alta, me hacia acordar a Chloe.

-Hola, que suerte que hayas despertado, todos abajo estan muy orgullosos de ti.

-Hola, si, muchas gracias.

Fue lo único que pude decir, que me haga acordar a mi ex mejor amiga no era algo tan gentíl.

Me desconectó una aguja de mi brazo, algo de el dedo con un cable, y el suero de la muñeca.

-Ya estás lista, puedes pasar por ahí, hay un baño, cambiate y baja, tu madre esta esperandote. Suerte.

-Muchas gracias.

Sin mas que decir me levanté, me maree un poco, pero enseguida agarré la ropa y me fui a cambiar.

Me seguía doliendo la cabeza, preferí no hacerme una coleta.

Dejé mi cabellera castaño claro suelta.

Debajo de mis ojos verdes tenia unas ojeras levemente moradas. Y los labios resecos.

No me importó tanto mi apariencia, solo salí de esa habitación, me dirigí al pasillo, aprete el botón del asensor que enseguida abrió las puertas para mi.

Marque el piso 0 y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en el asiento de adelante de un tesla que conducia mi madre.

-Kate..

-¿Si mamá?

-Mientras estabas inconsiente, te conseguí estadía en un edificio enfrente de tu universidad.

-Gracias, no me acordaba que tenía que ir este año.

-Tu auto esta en el taller, pero tendrás una cuenta bancaria para ti en caso de que necesites uber.

-De acuerdo.

-No va ser fácil estar sola en otra ciudad pero es por tu futuro y por tí.

Sonreí.

-Te amo mamá.

-Y yo a ti Kate.

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