Las vacaciones se pasaron volando, ya estaba en un vuelo a Brooklyn.
El trayecto de avión me lo pasé durmiendo, apenas aterrizé había un chofer esperandome.
Subió mis maletas rosadas a el auto.
Me senté en el asiento trasero, apollada en la ventana mirando y disfrutando la vista, era muy hermoso.
Y ahi la ví, mi universidad.
Era un edificio enorme, con demasiadas hectáreas, campos y estacionamiento.
Era perfecta.
Y justo como dijo mamá, al frente estaba mi departamento, bueno había varios.
El chofer me dió mi equipaje y me dejó justo con la recepcionista del edificio.
Me tomó varios datos, me mostro el lugar, tenía un mini bar, y una pielta en el último piso.
Cuando llegamos a mi apartamento fue una muy linda sorpresa.
Estaba todo muy limpio y acomodado, colores como blanco y baige.
Tenia una habitacion, un baño, una sala de estar, con un comedor y detrás había una isla de cocina, con la cocina.
-Me encanta- dije en cuanto solté mi equipaje arriba de la alfombra blanca de la sala.
-Me alegro mucho- me dijo la chica de la recepción, dando por finalizado el recorrido.
Agarré mi nuevo teléfono, el otro lo había perdido en el accidente.
Le marqué a mi mamá, estuvimos hablando de lo hermoso que era todo, y de mi día de mañana en la escuela.
Iba a ir para estudiar diseño de interiores.
En la voz de mi madre se notaba lo contenta que estaba, supongo que en la mía tambien.
Cuando corté la llamada, deje el móvil en la mesa ratona de vidrio de la sala, junto a un florero.
Acomodé mi equipaje en el vestidor, agarré un camisón de breteles finitos blancos, semitransparente.
Y me fui a la regadera, que por cierto, estaba equipada con shampoo y acondicionador, jabón, toallones, batas, cremas, bueno de todo.
El baño era marmolado con blanco y gris, apenas salí de ducharme me cambié y me enrollé mi cabello en una toalla.
Me puse una mascarilla facial negra en la nariz y un poco de cacao en los labios.
Despues del accidente siempre tenía que hidratarlos bien.
Salí del baño y agarré el móvil de la mesita de la sala y fui a mi cama, marqué a un numero de pizzas y en menos de diez minutos me llamo para que bajara a buscarla.
Bajé hasta el último piso que era el de la recepción, ví a un chico con una moto en la vereda, supuse que era el de la pizza.
Como ya le habia pagado por la aplicacion solo iba a agarrarla hasta que note una mano pesada en mi hombro casi desnudo por las tiritas del camisón tan finas.
-¿Qué crees que haces?- dijo una voz un poco ronca.
Me dí la vuelta, era un chico con unos pocos años mayor que yo, bien alto, pelo rubio, ojos claros, pero no como los mios, los de él eran celestes, casi grises.
Estaba con unos jeans negros, una remera blanca y una chaqueta haciendole juego con los jeans.
-¿Eh?-dije como una boba.
-¿No eres de aqui no?- pregunta soltandome el hombro.
-No, me acabo de mudar hoy, soy de Manhattan.
-Ya veo.
-¿Porqué me detuviste? Iba a buscar mi pizzia a...
-¿una pizza a las once de la noche?
-si es solo que...
-Mira no me importa, pero no es seguro que vayas vestida asi a la calle.- me dijo mirandome de arriba abajo.
Bueno a todo esto me habia olvidado qué llevaba puesto.
-No sabia que la tenía que venir a buscar abajo, solo salí de la ducha y vine...
No me dio tiempo a seguir, se escucho un bocinazo de otra moto, con una caja en las manos.
-No soy experto en pizzas, pero esa parece mas a una.
-¿Cómo lo sabes?
-Porqué tiene una pizza dibujada en la caja.
Dios Kate, eres tan ilusa.
-De acuerdo, voy a ir a busca...
-Te dije que no puedes salir asi vestida.
-¿Y quién te crees tu para decirme como salir vestida?- bueno ya me estaba molestando.
-Te lo digo porque aqui no es muy seguro de noche niña.
-¿Niña? ¿Enserio?
-Bien lo siento, te la traeré yo, solo quedate aquí.
Y sin mas que decir sale por la puerta de cristal, y vuelve con la caja de pizza en sus manos.
-Gracias- dije con una sonrisa forzada.
-No creas que es un favor, me debes una niña.Dicho eso se fue por el asensor, espere que se vaya y al segundo lo tomé yo.
Llegué a mi piso, abrí la puerta y me sente en el sofá de la sala, a comer y mirar algo en la televisón.
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Después De Todo
Teen FictionKatherine Blake, tras la muerte de su querido padre, y sus amistades, no empieza la universidad presencial, sus primeros años los hace de manera online. Pero si o si, el año que viene debe ir. No tiene opción. De la nada, su novio y su amiga se alej...