Capítulo 15

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Sentí una punzada de dolor en la palma de mi mano, levanté el torso del colchón y me la miré.

-Oh, por dios, ¿Qué carajos me pasó?

Traté de sacarme la gasa para ver que tan profunda era la herida.

-¡Mierda!- grité, era horrible.

Me levanté de la cama para ir a tomar agua, estaba sedienta.

Llegué a la cocina, y estaba Logan recogiendo unos vidrios del piso.

-¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?

-Hola, yo...em, me llamó Lory para que viniera, ella no puede ver sangre, le impresiona.

-¿Cómo me lastimé?

-No lo sé, no estaba, pero sí escuché el vidrio caerse.

No me acordaba nada, mi mente estaba en blanco, lo único que me pedía era agua.

Pasé por al lado de Logan, fui a la nevera y agarré la jarra, y un vaso.
Tomé el agua a una velocidad impresionante.

-¿Quieres?

-No, no suelo desayunar agua.

-¿Panqueques?

-¿Me vas a enseñar a hacer los de tu abuela, niña?- sonrió.

-Por decirme así, no- dije en un tono burlón.

No era que no le quería decir la receta, sino que en verdad me gustaban los que él hacia.

-Bueno, entonces prepararemos los míos, que estoy seguro que son mejores que los de tu abuela...¿cómo se llama?

-Nancy.

-Que son mejores que los de tu abuela Nancy- concluyó, bastante divertido.

-Como digas, intrometido de pizzas.

-No es un apodo muy original- se quejó.

-Literalmente nos conocimos cuando iba a buscar una pizza, yo creo que es más original que niña.

-Como quieras, seguiré pensando que el mio es mejor.

Logan se levantó del piso, tiró los vidrios a la basura, y me miró.

-¿Qué?

-Ahora si, ¡a hacer panqueques!

Empezamos a abrir las alacenas, sacamos harina, huevos, leche, azúcar, vainilla. La isla quedó llena de harina en un segundo.

-Pim- dijo, poniendo su dedo con polvo blanco en mi nariz.

-Ey- me quejé divertida.

Pero algo en mi me dijo que no podía quedar así. Entonces metí toda la palma de la mano, no herida, en el paquete de harina, y le dí una palmadita en el hombro.

-Yo solo te puse un puntito, no hacia falta ensusiarme toda la sudadera.

-Es blanca, ni se nota- protesté divertida.

-No estoy de acuerdo- se quejó como un niño pequeño.

Pensé que era mas maduro, pero no, agarro un puñado de harina y me lo tiró, me ensució hasta el alma.

Me quedé con la boca abierta, no sabía que decir, enserio no me lo esperaba.

-Toma eso, niña.

No fué cuestión de segundos, para empezar a agarrar un paquete de harina cada uno, y esquivar el polvo blanco por toda la cocina.

-Mierda, parecemos hechos de nieve- exclamé.

-Espera, te faltó aquí.

-¿Qué...

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⏰ Última actualización: Feb 26, 2022 ⏰

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