Rindou y tú estaban en su casa, echados sobre el sofá de un cuarto del piso de arriba que era como una sala de estar, viendo una película. Ese día era festivo por lo que ninguno fue a trabajar, aunque él ya se había tomado libre el día anterior. Te invitó para pasar la tarde, sin olvidarse de que le pediste que tuvieran más seguido ese tipo de momentos como una pareja convencional.
Rin no tenía ganas de salir, solamente quería descansar; ya había hecho su parte en la oficina y ahora le quedaba esperar una respuesta acerca de su último negocio, que podía ser positiva o no. Apoyó su cabeza en tu hombro, señal de que se estaba quedando dormido. Desde hace un rato la mano que tenía debajo de tu camiseta había detenido sus caricias, pero su brazo se mantenía envolviéndote.
Agarraste el control remoto que estaba de tu lado, en una mesita, y apagaste la pantalla de enfrente. Te giraste despacio, sujetándolo con cuidado para no interrumpir su sueño. Rindou abrió y cerró los ojos con pereza, te sonrió curvando sus labios, sin mostrar los dientes. Él se movió a penas de su posición y se recostó en tu pecho, tú ya te habías acomodado de espaldas en el sofá y le diste toques lentos en la cabeza.
Ambas manos suyas te rodearon el torso con un contacto directo en la piel bajo tu prenda, eso era algo que no podían evitar hacer por más ortodoxo que intentaran llevar el asunto. Te sentiste en tu zona de confort; Rindou suspiró, su comodidad podía compararse con la de estar echado sobre una nube de algodón.
A pesar de que tú no tenías sueño realmente, te pareció buena idea relajarte y acompañarlo en la siesta. Los dos se durmieron enseguida.
Pasaron varios minutos hasta que el celular de Rindou empezó a vibrar. Él se despertó primero y lo tomó por encima de tu cabeza, lo había dejado en la misma mesita junto con el tuyo y el control remoto. Era una llamada, atendió antes de que el ruido te perturbara y se levantó con mucha precaución de que sus movimientos no te fueran a incomodar.
Se dirigió a la puerta y salió, recién allí habló y continuó con la llamada en el pasillo. La falta de su cuerpo encima del tuyo hizo que volvieras a abrir los ojos.
Entró luego de un rato.
— Perdón, ¿te desperté? — preguntó.
— Eso creo.
Rindou caminó otra vez hacia el sofá y se sentó a tu lado. Antes de hablar, te besó.
— Me llamaron de la oficina y me pidieron que vaya ahora — fue diciendo sin apartarse demasiado de tu rostro, listo para conectar sus labios de nuevo cuando terminara de contarte —. Es acerca de lo que pasó el sábado, puede que haya buenas noticias y que el negocio de concrete al final, con personas distintas. Igual así iba a ser, pero si hay posibilidad de cerrarlo este mismo mes, sería un alivio.
Acariciaste sus mejillas y recibiste con gusto su beso; sabías que para él eso era algo muy importante y que te lo compartiera también era dar un paso más.
— Ven conmigo — pidió, cuando sus labios se apartaron.
Se puso de pie y tú te levantaste, ambos se fueron de la habitación y caminaron hasta el cuarto de él. Rindou cerró detrás de ti al entrar y empezó a quitarse la camiseta. Al darte cuenta, avanzaste hacia su lado y terminaste de sacarle la prenda mientras esta iba subiendo por sus brazos.
— ¿Te vas a cambiar?
— Sí.
— ¿Y para qué vine yo?
— Para que te quedes a dormir en mi cama, si quieres. Es más cómoda que el sofá.
Fue a su armario y extrajo una camisa planchada y unos pantalones de vestir, le hiciste caso y te acostaste en la cama.
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Ran & Rindou Haitani x Reader ♡ [+18]
Fanfiction- Historia ambientada con Ran y Rindou Haitani siendo adultos (Futuro de Bonten). - Los dos personajes son de la obra de Ken Wakui. - Narración en segunda persona y con Reader (lectora) mayor de edad. - Contenido [+18] - Trece partes hasta el momen...