6. Vi.

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Reencuentro. 

Pt. 4.

—¡Abajo! —nos tire a ambas, pero no sirvió de mucho al sentir algo frío y después ardor en mi brazo izquierdo

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—¡Abajo! —nos tire a ambas, pero no sirvió de mucho al sentir algo frío y después ardor en mi brazo izquierdo. Me queje sosteniéndolo, pude ver a Cait entre el humo, me arrastre hacía ella.

—¡Cait! —ella miro mi herida con preocupación y empezó a hablar, pero no escuchaba nada por el pitido en mis oídos. Me comenzaba a desesperar no entenderle.

—Oye... oye... tene... aquí —poco a poco recuperaba el oído.

—¿Qué?

—Tenemos que salir de aquí —me agarro de los hombros, asentí tontamente y volteé a ver dónde se supone debía estar Ekko. Grande fue la confusión de no verlo, pero pronto mi sistema se lleno de alivio al creer que tenia que estar bien.

—Mi pierna... —se quejó.

—Estás sangrando mucho —me miro con algo de frustración y dolor.

—Díselo a tu brazo.

El humo fue desapareciendo, permitiéndome ver mejor el escenario, y desearía no haberlo visto. Varios cuerpos tendidos en el suelo, incluyendo el de Marcus.

—Vamos, Cait —la tome de la cadera con esfuerzo e intente levantarla, cada vez me punzaba más la herida. Me queje cuando roce esa parte con la tela de mi amiga.

—Bombón.

Me quedé unos segundos quieta y después comprobé que era real escucharla, que el accidente no me dejo con secuelas. Se agacho a mi lado y nos miró a ambas con alivio de que siguiéramos vivas. Con su ayuda levantamos a Cait, cada una a su lado, justo en el momento en que apareció Powder.

Nos brindo una mirada inconcebible, para después apuntar y dispararnos. Las tres caímos al suelo por el empuje de Vi sobre nuestros cuerpos. La figura de Ekko se alzó sobre nuestras cabezas gracias a su patineta, con un golpe logro tumbar la ametralladora, impidiendo que Jinx siguiera disparando.

En un rápido movimiento le quito el contenedor de la gema y me la lanzó.

—¡Váyanse! —grito con voz molesta y agitada.

Le brindamos una ultima mirada a la menor antes de seguir avanzando con pesades. Sintiendo de nuevo impotencia al no poder cambiar las cosas como antes.

Seguimos caminando hasta llegar a Piltover cuando una segunda explosión inundo el lugar, la mirada desesperada de Vi me quebró aún más el corazón. Sin decir nada retomo el paso, terminando en la entrada de varias casas pequeñas.

Un suspiro de alivio salió de mí al sentarme sobre el asfalto. El brazo me estaba hormigueando demasiado, ya lo podía sentir entumecerse.

—¿Estarán bien? —recorrió nuestras heridas, ambas asentimos. Me volteó a ver y dejo unos pequeños golpecitos en mi rodilla — Ahora regreso.

Arcane | One Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora