The Silent Poet [L.S]

Because I Could Not Stop For Death pt1

Por que no pude detenerme por la muerte

Harry se encontraba en la cama de su habitación medio dormido y en cuanto se le ocurrió esa frase se levantó de esta dirigiéndose a su escritorio tomando una hoja y una pluma para mojarla con tinta y escribió lo primero que se le venía a la mente.

ella se detuvo amablemente por mi.

Trataba de pensar en alguna otra cosa para escribir pero alguien empezó a tocar su puerta.

—¡Harry!— dijo, al parecer era su hermano, Harry no le contesto nada —¡Harry despierta!— insistió. Harry se dio por vencido con su intento de ignorarlo y abrió la puerta ya que no se podría concentrar si seguía tocando esa puerta.

Abrió la puerta y encontró a su hermano con dos cubetas en sus manos.

—Son las 4 a.m., Laven, estoy escribiendo— explicó frunciendo su ceño.

—Papá dice que vayas por agua, yo lo hice ayer— dijo dándole ambas cubetas pero Harry no las tomo y se cruzo de brazos.

—¿Por que Audrey no lo hace?— preguntó enojado, Laven solo apretó los labios ofendido por tal pregunta.

—Audrey es una chica— explicó en susurro como si fuera la cosa más normal del mundo, Harry solo volteó sus ojos.

—Esto es una mierda— se quejó tomando las cubetas con rabia, Laven solo ignoró su actitud y se dirigió a la cocina mientras Harry salió de la casa y se dirigió el pozo más cerca de su casa, cuando los llenó se dirigió a su casa y llegó con las cubetas con menos de la mitad de agua ya que se le derramó bastante en el camino.

Entro a su casa y se dirigió a la cocina, encontró a su hermano menor desplumando una gallina a la cual cocinarían y a su padre poniéndole leña al horno y preparando una olla donde hervirían el pollo con unas cuantas verduras.

—¡Harry estas cubetas están casi vacías!— reclamó su padre —Dejaste que todo se derramara, eres muy inútil Harry— bromeó tomando las cubetas y poniendo el agua en la olla.

—¿Por que no solo conseguimos una sirvienta?— sugirió con cansancio, llevaba años pidiendo que consiguieran a alguien que hiciera las tareas de la casa por ellos, quería tiempo para el mismo, y hacer dos cosas, escribir y leer.

—¡Sobre mi cadaver!— exclamó su padre —Le prometí a tu madre que sería el mejor marido de todo Amherst, y no solo de Amherst, ¡De toda Nueva Inglaterra!— explicó, Harry rodeó los ojos —Por cierto una dama vendrá a verte— dijo su padre y Harry gruño —¡Es buena hora que te consigas una esposa señorito! Esta dama podría ser tu futura esposa— dijo.

—Demasiado romántico— dijo Laven triste, sus sueños siempre fueron casarse y cuidar de lo que sería su mujer. Básicamente lo opuesto de lo que Harry quería.

—¡Papá no!— se quejó Harry, estaba harto de que su padre le pusiera presión para conseguir una esposa —¿Cuando entenderás que no me quiero casar?— dijo volteándolo a ver.

—¡Tonterías!— exclamó —Todo chico estos días en Amherst desea conseguir a una esposa a la cual consentir— dijo, Harry solo rodeó los ojos y se levantó de la silla en la que estaba sentado —Edward no quiero que hagas de tus tonterías cuando ella llegue— lo regañó su padre.

—¡Solo era un regalo!— explico ofendido tomando un panecillo que estaba en la mesa y subiendo a las escaleras.

—Harry... ¡Le pusiste un ratón muerto en el pecho de esa pobre dama!

—Si... como un gato— dijo orgulloso.

—Pero no eres un gato Harry— se molestó.

—No... trágicamente, soy un hombre— dijo subiendo las escaleras, su padre rodeó los ojos, no sabía que haría con este chico, cada vez se ponía más rebelde.