SO FUCKIN' CUTE || YEONBIN

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Viernes, 03:32 p.m.

El plan estaba en marcha.

-¿De qué quieres hablar que es tan importante?.- Preguntó Soobin mientras era arrastrado por Taehyun hacia las escaleras.

-No puedo decirte aquí, pueden escucharnos y no quiero que nadie lo sepa.- Musitó abriendo la puerta de uno de los salones vacíos del piso. -Es un código violeta.- Soltó dramático.

Soobin lo miró con los ojos muy abiertos. Código violeta significaba problema de chicos. Pero uno muy grave.

-¿De verdad?.

Taehyun asintió.

-Sólo quédate aquí, iré por San.- Dijo saliendo rápidamente del salón, dejándolo solo.

No pasó mucho tiempo cuando Yeonjun fue arrojado como un costal de papas al salón, asustando a Soobin.

-¿Yeonjun?.- Preguntó el menor acercándose a este para ayudar a levantarlo. -¿Qué te pasó? ¿Estás bien?.

La puerta fue cerrada bruscamente y el sonido del pasador se hizo presente. Ambos chicos se miraron confundidos y se acercaron a la puerta con la intensión de abrirla.

No se abrió.

-Nos encerraron.- Musitó Soobin asustado, sorprendido y sobre todo molesto.

-Debe ser una broma de mal gusto, ya nos abrirán.- Yeonjun intentó calmarlo intentando abrir la puerta, pero fue inútil.

-¿Quién te trajo o más bien te arrojó aquí?. -Preguntó Soobin intentando no entrar en pánico.

Yeonjun suspiró antes de contestar.

-Hongjoong insistió en que viniera aquí, Taehyun y Seungmin me sujetaron y Seungmin fue quien me arrojó como saco de papas.- Soltó tocando su espalda adolorida.

-¿Te duele mucho?.

Soobin se acercó a él tocando su espalda.

-No mucho.- Sonrió Yeonjun.

El momento no duró mucho debido a que una voz los interrumpió.

-Espero ya se estén besando.- Bromeó San del otro lado de la puerta.

Soobin y Yeonjun se sonrojaron.

-O al menos que estén resolviendo sus problemas de pareja.- Siguió Seungmin.

-Ustedes idiotas ¡Sáquennos de aquí!.- Gruñó Yeonjun.

-No-oh.- soltó Taehyun y aunque Soobin no lo veía sabía que estaba disfrutando esto. -Tienen que solucionar todo lo que está mal en su relación.- Canturreó el rubio.

Yeonjun se rindió y miró a Soobin.

-Si no hablamos, no nos dejaran salir.- Dijo colocando su mano en el hombro del más joven. -Hablemos bebé.

El mayor le sonrió a Soobin.

-No creo que nos dejen toda la noche aquí.- Dijo cruzándose de brazos.

Soobin se alejó del contrario y se dejó caer contra la puerta sentándose en el piso.

-Soo.- Musitó Yeonjun acercándose al menor, hincándose frente a él. -Lo siento en verdad, no tenía idea de lo que hiciste para ganar mi atención, fui un completo idiota.- Confesó tomando las mejillas de Soobin en sus manos.- Puedes insultarme, golpearme, todo lo que quieras, no te detendré. Solo no me odies.

Soobin miró los ojos de Yeonjun, se veían sinceros.

-Yeon no es tan fácil.- Soltó con sus ojos cristalizándose.