Vuelvo a recaer en aquél sentimiento que jamás le he demostrado. En mis sueños, aún, la sigo queriendo.
Aún estoy en el último año de la secundaria. Siento que tengo apenas 18 años y tal vez un desconcierto y preocupación por la relación que llevabamos hacia antes de ser mayor de edad. Porque entiendo que si se llega a ser público, la encerrarian por mí culpa, porque siempre piensan mal. Aunque haya sido menor, nuestra relación yo la elegí, yo la empecé, aunque haya una gran diferencia de edad.
Lo que sentimos es mutuo y nadie nos puede juzgar.
Estoy a punto de llegar tarde a la escuela. Estoy a cargo de una casa en la cual entran y salen chicos usando los espacios y cómo no se van grito para q se vayan y así poder cerrar e irme. Trato de acomodar un poco pero busco mi celular lo encuentro sin batería y pienso en q ellos me lo robaron y le sacaron la bateria.
Habian pasado media hora y ya tenía falta. Tal vez me siento impotente porque sé q estoy a un paso de la muerte, de que mi corazón ya no me responda. Pero quiero ir a clases igual, no me importa morir pero q no sea hoy, pienso sentada en la cama tratando de que mi corazón se calme y no me agarré otro ataque.
Llega ella con esos rizos negros tan característicos preocupada porque no salía.
-¿dime si te sientes mal? No te guardes el dolor. No quiero q sufras sola.
-Estoy en mi límite. Mi corazón ya no aguanta tanto dolor.
-¿Te duele el pecho?
No puedo decirle la verdad. Pero me toco el pecho tratando de calmar la punzada q me vuelve a contraer. Ella denota mi dolor y toma mi mano.
-Debemos ir al hospital...
-No quiero morir ahí. Si tengo q morir, sería mejor ahora q estas al lado mio tomando mi mano. Esperemos.
Pienso en porque tarda tanto la muerte en llevarme. Me fastida un poco estar acostada en la cama esperandola. Y empiezo a fantasear con que ella me hace el AMOR hasta llegar al clímax.
Cómo mi corazón parece seguir latiendo decido ir a la escuela igual, creyendo en q tal vez sea una falsa alarma.
***
No me puedo mover. Se que estoy sentada en la silla y parezco dormir sobre el escritorio, pero no me puedo mover. Mi respiración parece estar fallando al igual que mí cuerpo y mi corazón.
Alguien toma mi brazo dandome cuenta de que estaba alli conmigo y que no estaba sola, en el curso.
- Me llamaron como tu número de emergencia. Me dijieron que no querias que llamen a la ambulancia, que sólo me querias a mí. ¿Por que no dejas que te ayuden? Podemos salvarte.
-¡Nadie puede salvar cuando no hay nada que salvar! Quiero morir contigo a mi lado. Es todo lo que quiero. No importa si es ahora, mañana o en 10 años, quiero que sigas tomando mi mano cuándo mi corazón deje de latir.
Me quedaré a tu lado...
Escucho susurrar vagamente.
