Sakura vs. Cherry

75 - Cherry

Septiembre 2018

―¡Bien, es momento de una intervención! ―gritó Mona, abriendo la puerta de mi cuarto como si fuera dueña y señora de la casa.

Me la quedé mirando, sin entender a qué se refería, aún con mis auriculares puestos. Había estado concentrada haciendo mi trabajo final del curso de Administración. Últimamente me había refugiado en el estudio para cuando no tenía ganas de alejarme de todos. Mis hermanos no me molestaban preguntándome cómo estaba si me veían ocupada y podía decir que tenía tarea cada vez que mis amigas insistían en salir a distraerme. Niki incluso me había compartido su membresía a una de esas páginas de cursos online para complementar mi currículum.

―Mirate. Estás toda pálida y ojerosa. Es momento de que salgas a agarrar un poco de aire y a distraerte, Cristina ―acusó mi amiga, usando mi nombre con un tono maternal―. Vamos a dar un paseo.

―No estarás queriendo invitarme a salir de nuevo, ¿verdad? ―pregunté con un poco recelo, con una ligera mueca de desagrado.

―Por supuesto que no. Ahora tengo estándares más altos. Al menos que de más de un metro sesenta ―exclamó, ganándose un pelotazo en la cara. Por suerte era solo una de esas pelotitas para el estrés.

Ella no le hizo caso. Apenas si rodó los ojos como reacción. Mona tomó las asas de mi silla y comenzó a arrastrarme hacia fuera.

―¿A dónde vamos? ―exclamé, indefensa.

―Ya lo verás. Es una sorpresa ―dijo Simona con esa sonrisa suya que era sinónimo de un mal presagio.