Después de que llegaran al hotel, Maya consiguió un par de pantuflas para Carina, así mismo la castaña se había puesto en contacto con su hermano para informarle que no se preocupara por ella, pues estaría con la futbolista en su hotel, lo cual desconcertó un poco a el italiano, pero entre toda la emoción de el día, no le tomo mucha más importancia de la necesaria y le dijo que estaría bien.
Era hora de la cena y Maya se encontraba nerviosa por alguna razón que no lograba entender, lo que la rubia no sabía, era que si ella estaba nerviosa, a la castaña se la comían los nervios y al tampoco saber por que, se encontraba en la misma situación que la rubia.
-Ya que es un poco tarde, la cocinera de el hotel se fue, pero se me ocurrió algo- Dijo Maya con cierta preocupación ante la reacción de la Doctora. -Lógicamente no voy a dejarnos sin comer, y dado que yo fui quien te invitó a cenar- suspiró -Yo cocinaré-.
Carina no tenía palabras, se había quedado en shock o algo parecido, jamás se imaginó que la mejor futbolista de los tiempos, Maya Bishop tendría dones en la cocina, y mucho menos pensó que ella estaría en esa situación, sin saber que decir, Maya se adelantó.
-Lo se, es una terrible idea, como se me pudo ocurrir- dijo un poco triste -si quieres podemos pedir a algún lugar que nos traigan algo-.
-Es perfecto Maya- Carina no supo que más decir - Pero-
-Pero?- dijo Maya
-Eres demasiado precipitada rubia- le dio una sonrisa -pero, no tendremos problemas al tomar cosas de el hotel y utilizar su cocina?- preguntó la castaña
-El dueño de el lugar es un amigo mío- cara de sorpresa por parte de la italiana -hablé con él, y no tendremos ningún problema, no tienes de que preocuparte Doctora-
Ok, justo en ese momento el ambiente se sentía demasiado raro, pero a la vez lindo, si, no es la mejor descripción, pero, no hay otras palabras para describirlo, era el momento más "rarindo" de la noche, y era algo inexplicable, sin pensarlo, los cuerpos de aquellas dos mujeres se iban acercando más y más, hasta que sus respiraciones quedaron frente a frente y se podían oír mutuamente, el corazón de Maya comenzó a latir a mil por hora, ese momento solo era de ellas, y lo que estaría por pasar, era completa responsabilidad de ellas.
-Cre...- Maya se aclaraba la garganta, ya que su voz no salía -creo que iré a ver con que ingredientes cuento para preparar nuestra cena-
Aun sin cambiar su posición Carina habló casi en un susurro -te acompaño-
Casi sin ser dueñas de su cuerpo, comenzaron a caminar hacia la cocina, la tensión se podía sentir y esa conexión especial también. Al llegar a la cocina, Maya comenzó a actuar, lavó, cortó y cocinó todos los ingredientes, no aceptó la ayuda de la italiana, ya que la quería sorprender.
La cena estaba lista, y ambas se sentaron en una mesa para dos, eran las únicas en el lugar.
-Espero te guste- dijo Maya a Carina antes de que probara su obra de arte.
-Mmm- fue lo único que salió de la boca de Carina al terminar el bocado, han escuchado eso que dicen de que si quieres conquistar a alguien comienza por el estomago?, pues si ese era el plan de Maya, lo estaba haciendo muy bien. -está delicioso Maya-
-Gracias- sonrió -me alegra que te haya gustado-
Siguieron en cenando acompañadas de una grata platica y claro, de la mejor compañía. Cuando terminaron y recogieron todo, Maya al ver la hora, ofreció llevar a Carina a casa de su hermano, pero ella lo rechazó, ya que le dijo que aún quería estar ahí un rato más, está de más decir que Maya fue feliz al oír eso.
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Goles con dedicatoria.
RomansaQue pasará cuando la futbolista estrella Maya Bishop cruce sus caminos con la doctora Carina DeLuca?. Será que comenzarán con el pie derecho? o tal vez comprueban que es verdad que de el odio al amor hay solo un paso?. Y.... será que polos opuestos...