Capitulo 1.

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" Entre las cortinas que cubren mi cama pude ver una figura aproximarse. Yo sabía quien era. Pero aquello no hace que el tener sus ojos verdes esmeralda en frente mío sea menos sorprendente.

Me observa con una mirada que nunca he visto en la vida real. Con puro deseo. Antes que mis labios puedan encontrar algo desagradable que pronunciar, el ya se ha encargado de callarme con un profundo beso, no deja de recargar su peso sobre mi cuerpo, de sujetar mis muñecas por arriba de mi cabeza, de dejarme sin aire. Hasta que tengo que apartarme y abrir la boca para respirar un poco, él aprovecha la ocasión para meter su lengua en mi boca. Y con esto estoy perdido.

Me dejo llevar por el apasionado contacto de nuestras bocas, mientras él restriega su parte baja contra la mía, la fricción, el contacto y la ira que le tengo hacen su trabajo hasta que estoy duro.

— Lo he logrado. — dice con malicia.

— Cállate bastardo.

Es lo último que digo antes de ser despojado de mis pantalones de pijama y mis calzoncillos por un brusco movimiento suyo. Levanta mis cadera de una manera que hacer curvar casi por completo mi espalda. Sin previo aviso coloca su lengua en mi orificio, poco a poco se va adentrando con la punta de su lengua, lamiendo el exterior para luego volver a adentrarse. No soporto ver su espeso cabello negro, su nariz perfilada y sus largas pestañas cerradas, asomándose entre mi culo.

El placer va aumentando con cada estimulación, quiero más, pero es algo que no haré evidente enfrente de él. O eso creo hasta que ingresa un dedo dentro de mi. Su mirada de malicia se asienta en su rostro nuevamente. Es ahí cuando mis manos me traicionan, alcanzando su cintura tratando de traerla lo más cerca de mi. El cambia ahora a introducir dos dedos, que se encarga de lubricar con su boca antes de la acción. Me acaricia suavemente con ellos, en mi interior siento el calor subir hasta mis orejas, un tercero entra y me parece el fin de mi cordura.

Creo que estoy apunto de sentir su dureza entrar en contacto conmigo. Pero todo se acaba cuando Zabini me avisa que es hora de levantarme, burlándose de haberme despertado con ambas cabezas en alto. "

Lo anterior es escrito con una pluma blanca, de la más alta finura en un cuaderno cualquiera, que Draco Malfoy usa como diario desde hacer un par de meses. En la última semana solo se ha encargado de escribir los sueños diarios que tiene con su enemigo eterno. Todos con el mismo objetivo, coger con el.

Esto a partir del día que el maldito lo ataco con un sectumbsempra. Cuando tuvo que pasar una noche en la enfermería, en la madrugada sintió una presencia observándolo. Creyó saber quien era, después de tanto tiempo de estarse persiguiendo el uno al otro, podría reconocerlo sin verlo. Y así era, pues seguramente traía su maldita capa de invisibilidad.

En su pecho aún se podían ver las heridas levemente abiertas y rojizas. Tenían que airarse después de una pócima que le hizo sentir quemar su piel. Sintió un par de dedos tocarlo levemente por las zonas de corte, recorriendo el camino que estas seguian. Tenía una en especial que iba del comienzo de su cintura a aquella zona de entrada en forma de "V" que llevaba por debajo de sus pantalones. Para su sorpresa el contacto no visible siguió esa herida también, parándose hasta encontrar que el fin de ella, era un lugar íntimo.

Se detuvo en seguida y pudo escuchar un murmuro demasiado bajo para entender que decía. Para luego retirarse,  haciendo ruido al chocar con una de las camas cercanas, para cerrar la gran puerta de madera detrás suyo.

La ciencia cierta no sabía si ese recuerdo era verdad o producto de su imaginación, pero fue lo suficientemente significativo para desencadenar una serie de sueños eroticos con aquella figura.

Malfoy se encontraba sentado en la sala de menesteres, había tomado las primeras horas de la mañana corriespondentes a cuidado de criaturas mágica para continuar arreglando el armario. Tomo un instante para escribir su sueño antes de tener que ir a pociones donde se encontraría nuevamente con el protagonista de sus sueños.

Se dirigió a las mazmorras asumiendo que nuevamente no tenía idea de cómo arreglar el mueble. Al llegar, sus amigos ya lo estaban esperando en la entrada, Pansy le reportó lo horrorosa clase que habían tenido, mientras que Zabini hacía burla de como su amiga le tenía pavor a alimentar a las criaturas explosivas con las que estaban trabajando.

Entraron a clase cuando el profesor Snape dio la orden de hacerlo. Su mesa quedaba justo al lado de la del trío de oro, en la última semana había escogido el asiento de la esquina que normalmente usaba Pansy, su objetivo atormentar a Potter que al sentir su presencia actuaba evidentemente apenado e incómodo. Eso creía él aunque una parte de su subconsciente había hecho eso para tomar más detalles, de las manos grandes y bien formadas de Potter, su cuello delgado, su piel morena que siempre parecía tener un brillo aceitunado, y aquellos maravillosos ojos esmeralda que de vez en cuando volteaban a verlo.

El actuaba altaneramente como siempre, mostrando su dominio en la materia, pero con la evidencia del cansancio que lo acompañaba, el estrés con el que vivía que lo hacía lucir decaído y menos arreglado como era antes.

Disfrutaba lo único que le quedaba de normalidad que eran las pocas clases a las que asistía. Ponía la atención requería y volvía a su realidad en la cual aún no había asesinado a Dumbledore, no tenía idea de cómo arreglar el armario por más que lo intentara y su peor enemigo lo había visto en su punto más frágil y aún peor casi lo mata.

Salió de la clase nuevamente a afrontar su situación, fue al gran comedor con su grupo de amigos. Únicamente tomo un poco de comida para el camino. Sus amigos sabían su rutina al punto que ya no preguntaban. Sintió una mirada seguirlo en su trayecto hacia la puerta del comedor, volvió a verlo. Sus miradas se enfrentaron en una mezcla de sentimientos. Granger hizo que el moreno perdiera la concentración, mientras que Malfoy aprovechó para salir del comedor para ir a la biblioteca para investigar más sobre cómo reparar objetos mágicos.

Estuvo  aproximadamente 3 horas  leyendo sobre objetos mágicos, y magia oscura. Cuando salió con la mente enfocada en recordar todo lo que había leído, se encontró con Potter que estaba justo fuera de la biblioteca. Trato de pasar por delante de él ignorándolo y con la cabeza en alto. Justo cuando estaba pasando a su lado, el gryffindor se colocó adelante suyo.

— ¿Qué Potter? Vienes a terminar lo que iniciaste.

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Hola, le voy a dejar hasta aquí porque ya siento que escribí mucho, no sé estoy acostumbrada a escribir capítulos chiquitos.

Brilla otra vez, amor, piensa en mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora