Capitulo 16.

135 11 0
                                    


A las 10 el profesor Flitwick llamó por él en la sala común de los slytherin, la mayoría pensó que sería una reprimenda por faltar continuamente a sus clases. Estuvo intranquilo todo el camino pero procuró no mostrarlo. Al llegar a la oficina del Director, el viejo director ya se encontraba ahí, mirando uno de los libros que tenía sobre el escritorio. El ravenclaw anunció su llegada, lo que hizo voltear al anciano.

— Oh muchas gracias Profesor, puede retirarse. Mandaré al joven directo a su habitación cuando termine.

El profesor se retiró con una pequeña reverencia. Draco y el profesor se miraron a los ojos durante unos segundos, tratando de descifrar lo que el uno pensaba del otro.

— Draco, por favor siéntate.

El rubio accedió a la petición y el director se recargó en su escritorio.

— Me temo que no tengo tanto tiempo, Harry me da informado lo que planean hacer, ser su chivo expiatorio. Estar infiltrado con Lord Voldemort y comunicar la información más importante para Harry, no es así. - asintió con la cabeza.— Debo decir que ha sido algo que no me sorprende del todo, siempre he sabido que hay más en ti.

Alzó las cejas mientras sonrió e hinchó su pecho con satisfacción. Draco frunció el ceño y apretó los brazos de la silla sin importarle mostrar el desagrado por el comentario.

— Déjame explicarte, conozco tu condición más de lo que te gustaría seguramente. Comprendo que la decisión que has tomado debió ser difícil y dejame decirte que su ejecución lo será aún más. A pesar de tu noble intención, me temo que me causa inquietud algunos aspectos de su plan.

—No traicionaré a Potter - se apresuró a decir - si es lo que le preocupa. No tengo intención de hacerlo.

Nuevamente Dumbledore le sonrió y exhalo con la nariz.

— No dudo de ello Draco, si es que hemos llegado a este punto es porque estás seguro de que es lo correcto y dejame decir que dudar es perfectamente comprensible. Lo que me preocupa es que no dimensionen lo peligroso que será, deberás ser muy cauteloso, conozco tu capacidad para mentir de forma convincente y tu astucia para salir bien librado de situaciones difíciles pero estarás bajo el análisis constante de Voldemort, podría hacerte daño de formas que ni piensas si llegara a sospechar.

— Cree que no las he sufrido ya - Dijo con voz rasposa y mirando con furia al profesor.

Al parecer el rubio había logrado lo que pocos, dejar al hombre más poderoso del mundo mágico sin palabras. Con aquellos ojos cansados, de un azul cristalino ocultos por unos lentes en forma de media luna, Draco fue analizado por unos segundos, su cuerpo estaba tenso y su mirada expresaba compasión. Algo que Draco odiaba.

— Lamento escucharlo, Severus.
— Severus no lo sabe todo.
— Si, de todas formas.
— No hace falta decir que lo lamenta, era algo que iba a pasar, usted lo sabe. No es algo que no me mereciese.
— No lo creo, por favor Draco permíteme terminar - interrumpió antes que el rubio le robara la palabra - No creo que de ninguna forma te merecieras ser torturado.
— Ni por lo de la chica Bell - la voz de Draco se quebró sin haberlo planeado.
Nadie y escúchame bien, nadie debería verse en la situación de ser obligado a hacer algo a costa de proteger la integridad de su familia, nadie sin excepción.

Malfoy guardó silencio, su respiración era  agitada después de haber dado a queda confesión. Por primera vez estaba de acuerdo con el director así que decidió que no tenía nada más que comentar por el momento. 

— Tu familia está en una difícil situación, no me es ajeno. Por mi parte puedo asegurarte que en cualquier acción de la orden tendrá la anotación de no atentar contra tí o tu madre y también trataré que sea así hacia tu padre aunque puede que sea más complicado. Pero dentro de los mortifagos, no tendré forma de protegerlos.

Brilla otra vez, amor, piensa en mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora