Parte 45

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Capítulo 42

El ensayo terminó una hora antes de lo habitual. Leyre, frustrada hasta la médula, dejó el micrófono y se dirigió a Liliana con una mirada furibunda. Los chicos llevaban poco más de cuarenta minutos tratando de perfeccionar una canción propia, y todos ya habían hecho su parte, menos una.

—No podemos seguir así —dijo con los brazos cruzados—. No sólo estás desafinada, sino que pareces un maldito tronco. ¿Qué pasa contigo?

Meses atrás, Lili se hubiera defendido de esas palabras y habría replicado que no era culpa suya. El estilo de la banda había cambiado, no ella. Sin embargo, en esta ocasión, se limitó a suspirar, se quitó la guitarra y sin responder, la guardó en su estuche y se lo puso al hombro.

El resto de la banda miró a Leyre. Ella vio la presión que le ponían sobre los hombros, y obligó a Lili a darse la vuelta y enfrentarla.

—¿Qué haces? ¿Te vas?

—No voy a tocar hoy.

—¿Qué?

—¡No! —Exclamó Emma—. ¡Hoy es el concierto especial! ¡Hemos ensayado por días para esto!

—Es verdad —añadió Henry—. Ni siquiera fui a clases y me he desvelado por la banda.

—Tienes que hacer un sacrificio por nosotros —comentó Amy con cara de reproche—. No se vale que nos hagas esto.

—Están en lo correcto —remató Leyre—. Has estado rara los últimos días y nuestra paciencia ya se está acabando. Tienes el compromiso de venir a la presentación.

—¿Me vas a obligar? —Retó la chica—. Hagan lo que quieran, pero ya les dije que hoy no asistiré. Llegarán otras oportunidades y...

—¿Para qué nos vuelvas a dejar mal? —Preguntó Emma.

—Hay cosas más importantes que esto. Sólo comenzó como un pasatiempo, y Leyre lo ha convertido en un infierno.

—¿Yo? —La aludida se ruborizó por esa afirmación—. Ustedes me buscaron y quisieron aprender de mí. ¡Yo soy el alma de esta banda!

—¡Bien! ¡Pues quédate con ella!

—¡Perfecto! ¡Estás fuera! ¡Largo de aquí!

Las chicas se sostuvieron la mirada durante unos instantes. Había rencor entre ellas. Uno que llevaba tiempo escondiéndose y haciéndose más grande hasta que ya no pudo contenerse. Las rodillas de Lili temblaron y apartó la vista antes de que la vieran llorar.

—Está bien. Busquen a otra guitarrista.

Les echó un vistazo a sus compañeros, deseando en lo recóndito de sí que se levantaran y le dijeran que no se fuera, que la necesitaban y que comprendían su falta de compromiso. Pero eso no ocurrió.

—Tengo problemas —intentó explicar—. Y no... no quiero que por mí, todo su proyecto fracase. Gracias por estos años... de diversión.

Se tragó el nudo que tenía en la garganta, y les dio la espalda a los London Thunder Hairs. Ninguno de los integrantes se atrevió a detenerla.

***

Lo primero que Lili hizo al llegar a casa, fue sacar todos sus ahorros del cajón y empezar a dividirlos para sus gastos de las siguientes semanas. Hasta el momento, había vivido de los pocos premios y pagos que la banda había ganado durante su trayectoria local; pero si ya no formaba parte de ella, ¿Qué caso tenía esperanzarse? No pensaba regresar. No después de haberse despedido así, y lo peor de todo, era que no le resultaba doloroso haberlos dejado atrás.

[Terminado ]La Razón de Estar Juntas [Libro 2] [Historia Lésbica ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora